Zara es públicamente humillada al declararle su amor al chico de sus sueños. No tiene amigos y tampoco padres. Sus tíos la criaron por obligación y sin amor. Ha sido rechazada toda su vida y cuando ya no puede con su pena, decide ocultarse en un par...
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Esa noche se celebraría una fiesta en honor al líder, según su fecha de la conversión a brujo y líder del aquelarre.
No solo los habitantes de la comunidad estarían presentes, sino que además llegarían varios invitados.
— Vamos a ponernos ropa seca Zara, tenemos que ir a buscar unos vestidos porque esta noche vamos a divertirnos. — dijo Charlotte emocionada
— ¿En serio una fiesta? — y la idea me encantó
En una de las orillas de la piscina estaba el líder mirándonos, y lo saludamos sonrientes al pasar.
Las chicas me llevaron hasta el sótano, era tan grande que había muchas habitaciones, y en una de ellas para mí sorpresa había una enorme cantidad de vestidos, todos hermosos, exclusivamente para fiestas elegantes.
Ya me imaginaba que este festejo para el líder sería en grande. Las chicas eligieron para ellas unos vestidos que las hacían verse verdaderamente hermosas, yo no sabía que elegir. No había tenido la oportunidad de escoger entre tantas cosas bonitas.
Entonces Melinda escogió uno blanco y me lo mostró.
— No creo que me quede bien, es como demasiado osado para mí. — dije un poco incómoda
— No te preocupes Zara, si algo bueno tienen los aquelarres es la libertad que tenemos las mujeres, para poder hacer y vestir lo que queramos. Te lo prometo nadie te juzgará. — dijo Melinda
— Además creo que ese color es perfecto para ti. — dijo Charlotte
Cuando me lo puse no podía creer que me hacía ver bonita. Pero sentí un poco de vergüenza porque exhibía mucho de mi cuerpo. Mi cara se puso roja.
— No te avergüences de tu cuerpo Zara, eres bella, y si tanto te preocupa entregarte a alguien de la manada de Cristian. Esta es tu oportunidad de encontrar un brujo con el cual realmente quieras estar, con plena conciencia. Alguien que merezca tu primera vez. La libertad de amar en el aquelarre, es otra de las cosas que me fascinan. No encontrarás esto en otro lugar. — dijo Melinda y Charlotte asintió dejándome ver qué pensaba exactamente lo mismo.
No había pensado en mi primera vez, a lo más me había imaginado dar un beso. Pero mi corazón se alborotó al pensar que podría y tendría la libertad de hacer algo más. Pero no sabía si me daría el valor.
Llegado el momento de la fiesta nos preparamos con las chicas y entramos al salón.
Por primera vez en mi vida me sentí bonita, y mientras nos dirigíamos a un lugar para sentarnos pude darme cuenta que varios brujos jóvenes me miraban sonrientes. Pero no eran risas de burla, creo que me consideraban atractiva. Y me sentía tan bien por eso. La noche recién comenzaba, pero el panorama ya me estaba gustando.
Había un gran banquete, pudimos probar toda clase de cosas ricas y con las chicas bailamos con Gunther y otros jóvenes brujos que nos invitaban.
Todos se veían elegantes, y vi a muchas personas mayores que nosotros, que eran los invitados.
