¿Te duele?

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Lobezno's POV

Dos minutos después veo a chica entrar en el coche, sentarse en el asiento del copiloto y ponerse el cinturón. Aún lleva la capa y la capucha puestas. Arranco de nuevo y sigo por la carretera.

- Gracias, mucha gracias, de verdad. -dice agradecida.

No me atrevo a disculparme por lo de antes. Odio ser tan orgulloso.

- De nada, supongo -digo mirando el asfalto y con el volante entre las manos.

- Oye, no tendrás... algo de comer, ¿verdad? -pregunta con cara de culpabilidad.

La pregunta me extraña. Si pregunta algo así justo al entrar en el coche de un desconocido, debe ser porque tiene mucha hambre.

Estiro el brazo y alcanzo una bolsa de snacks medio vacía y se la entrego. Ella la toma entre sus manos cubiertas por unos guantes negros. Se le ilumina la cara cuando los ve.

- ¡Gracias!

- Mhh... de nada. Deben estar algo pasados: los abrí ayer, pero no creo que estén caducados.

No he acabado la frase cuando la veo abalanzarse sobre la bolsa, quitarse uno de sus característicos guantes y empezar a devorar los snacks como si llevara meses sin comer. Sonrío.


Al cabo de unos segundos ya se ha comido toda la bolsa. La veo llevarse un dedo a la boca y chupárselo para asegurarse de que no quedan restos. Entonces me mira y se quita lentamente la capucha. Ahora la puedo ver de cerca: es bastante joven, poco más de 18 años, supongo. Tiene la piel blanca y suave, como si fuese de porcelana. Su pelo es rojo fuego, más intenso de lo que me pareció ver antes y detrás de su oreja se esconde ese pequeño mechón blanco que me llamó la atención la primera vez que la vi. Sus ojos son de un marrón claro, su nariz es pequeña y sus labios tienen una forma peculiar; son bastante marcados y algo carnosos. Veo que tiene algo cerca del labio inferior, algún trozo de snack, supongo.

Me llevo el dedo índice a los labios y le señalo ahí donde ella tiene el trozo. Ella se lleva instintivamente la mano a su boca y palpa al rededor de sus labios hasta dar con ello, entonces se ruboriza y mira avergonzada al suelo mientras se sacude las migas con la manga.

- Gracias... llevaba días sin comer -susurra.

- Creo que me debes alguna explicación.

- Oh, ¡si! Perdona... soy Pícara.

El nombre en sí ya es raro, pero me parece más raro aún que no me haya ni dado la mano al presentarse. Bueno, ¿qué más da? Antes de que pueda abrir la boca para presentarme yo también, me señala el pecho y pregunta:

- ¿Has estado en el ejército?

La pregunta me sorprende hasta que veo que se refiere al colgante militar que llevo puesto. No quiero hablar de ello, así que cojo el colgante y me lo meto dentro de la camiseta, manteniendo la mirada en la carretera. Veo que vuelve la mirada al suelo y friega las manos entre ellas, supongo que por el frío, así que enciendo el aire caliente.

- Pon las manos en la calefacción -digo, acercando mi mano al aire, para asegurarme de que funciona. En ese movimiento, mi mano pasa a unos centímetros de las suyas y ella, rápidamente y en un sobresalto, se aparta de mí y se pega a la puerta de la furgoneta. La miro extrañado con mi puro aún en la boca. Joder...

- No te voy a tocar, nena.

No quiero que piense que he aceptado llevarla solo porque quiero abusar de ella, por dios.


- ¡No! Yo... lo siento, no pretendía... No es nada personal, solo es que... cuando la gente toca mi piel, pasan cosas...

- ¿El qué? -pregunto, mirándola de reojo.

- No lo sé... les... les hace daño.

No sé qué contestar, así que no digo nada. Ahora ya entiendo lo que pasó en el bar con Alan... "Pícara" se vuelve a colocar sus guantes y se los ajusta antes de decir:

- Oye...

- ¿Mh? -respondo de manera cortante.

La veo señalarme las manos.

- Cuando te salen... ¿Te duele?

- Yo... -empiezo a decir pero no me salen las palabras. Nadie nunca me había preguntado eso, de hecho poca gente me había visto las garras, pero Pícara era la primera que no salía huyendo al hacerlo. Estoy sorprendido y aún no sé qué responder. Ella me mira con una mirada de preocupación en sus ojos. Joder...

- Siempre -respondo en un quedo susurro, con la mirada baja.

X-Men: Mi inmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora