¿Dónde has estado...?

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- Mi nombre es Pyro -dice sonriente.

- Pícara... Perdona, ¿puedes...? -me interrumpe y acaba él la frase.

- Controlar el fuego, sí, pero no crearlo... Una putada -contesta haciendo una mueca.

Miro fascinada la manera en que hace bailar las llamas y no me doy cuenta cuando me extiende una taza del café que acaba de calentar.

- Vaya, gracias. Tienes un poder fascinante -confieso intentando no parecer pelota.

- Gracias, pero es poco útil si no tengo un mechero a mano... ¿Por cierto, cuál es tu p...? - no logra terminar la frase porque la puerta de la cocina se abre de repente, lo cual me alegra mucho dado que no tengo ganas de hablar de mis poderes ahora mismo.

Veo aparecer por la puerta a una desmaquillada y sonriente Kitty que me saluda con entusiasmo al entrar.

- ¡Pícara! ¡Te estaba buscando!

- Yo solo estaba... -balbuceo ante tanta euforia por su parte.

- ¡¿Que tal con el Profesor?! ¿Hay novedades? ¿Has comido ya?... ¡Ah! ¡Hola, Pyro!

Esta chica me satura. Es muy agradable pero a veces pienso que mi mente no va suficientemente rápido como para procesar todo lo que dice...

Kitty se acerca a Pyro y lo rodea con los brazos cariñosamente. Él parece feliz con su presencia. Hablan sobre alguna fiesta y sobre gente que no conozco.

Para no cortarles, decido beberme el café y concentrarme en la taza. No me doy cuenta de que Kitty ha dejado de hablar con él hasta que de repente está encima mío estirándome de la manga para que la acompañe, lo que hace que casi derrame todo el café al suelo y me dé un infarto.

- ¡Vamos fuera! ¡Quiero que hablemos, que me expliques lo que te ha dicho el Profesor y...!

No sé cómo pero al final logro tranquilizar suficiente a Kitty como para que me deje coger algo de comida antes de salir, por lo que me acerco a la nevera y agarro lo primero que me encuentro; un sándwich y una manzana.

Ya fuera nos dirigimos al bosque y paseamos entre los árboles mientras hablamos, aunque realmente la que habla es ella; yo me limito a comer y asentir de tanto en tanto con la cabeza. La veo mucho más nerviosa que de costumbre y decido preguntarle por ello.

Lo único que entiendo de su respuesta parece que tiene que ver con Pyro y una cena, pero no insisto más y dejo correr el tema.

Le explico cómo han ido las pruebas con el Profesor y hablamos sobre la gente que he conocido hasta ahora, anécdotas sobre la Mansión X y algunas otras curiosidades sin importancia.

Sin darnos cuenta llegamos a un pequeño lago del tamaño de una piscina grande.

- No sabía que hubiera un lago aquí, ¡es precioso! -exclamo al ver la transparencia del agua y los reflejos que hace con el Sol.

- Antes era solo un estanque; el Profesor lo mandó reconstruir para crear un lago artificial con el propósito que los alumnos nadaran y hicieran actividades en verano, pero ahora que ha empezado a hacer algo de frío nadie lo usa.

- Algún día quiero preguntarle al Profesor el origen de su fortuna... ¿Reconstruir un lago? Eso no puede ser barato... Y ni hablemos ya de todos los lujos de la Mansión, su tecnología y... -justo en este momento veo la silueta de alguien sentado bajo un árbol cerca del lago.

- Pícara, perdona, espero que no te moleste... -susurra de repente Kitty.

- ¿Qué?

- Ayer vi a Logan algo inquieto y sé que antes estuvisteis cenando en tu habitación y bueno... Pensaba que querrías hablar con él -dice sonrojada.

X-Men: Mi inmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora