Pasión

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Los ojos ahora comprensivos de Logan me observan detenidamente. De repente se abalanza sobre mí y empieza a besar mis labios con pasión, enmarca mi cara con sus manos y pega su cuerpo al mío. Correspondo al beso con necesidad, agarrándolo por la nuca con fuerza. Muerde mi labio inferior y tira hacia él para después soltarlo y volver a besarme.

Enredo mis dedos en su cabello y tiro de él hacia atrás mientras agarro con fuerza su espalda y la pego a mi pecho. Su cadera presiona embistiendo contra la mía a cada beso.

De repente agarra mis dos manos y las levanta sobre mi cabeza, aprisionándolas contra la pared mientras su boca muerde mis labios y va bajando por mi mentón hasta el cuello, en el que deja pequeños y húmedos besos. Sin ser consciente muevo mi cadera al compás de su cuerpo. Su lengua juega con el lóbulo de mi oreja, lo muerde y siento el aire salir de su boca cada vez que jadea. Hay un bulto entre sus piernas que presiona contra mi sexo haciéndome perder la cabeza.

Libera mis brazos para bajar sus manos lentamente por mis pechos y caderas hasta llegar al culo, que aprieta hacia él con fuerza y me obliga a rodear su cadera con mis piernas, sujetándome aún contra la pared. Ahora siento con más fuerza su creciente erección y el placer se intensifica.

Una de sus manos empieza a subir por mi vientre, apartando la camiseta, pero se para antes de llegar a mis pechos:

- Pequeña, si quieres que pare sólo tienes que decirlo...

- No pares - contesto con impaciencia por sentir sus manos por todo mi cuerpo.

Entonces agarra uno de mis pechos y empieza a masajearlo, sintiendo cómo se eriza mi piel a su contacto. Vuelve a besarme, esta vez de manera mucho más lenta y romántica, mientras me separa de la pared y me carga en brazos hasta su cama, donde me tumba suavemente colocándose él sobre mí.

Los besos continúan, y con ellos, sus manos recorriendo cada centímetro de mi cuerpo. Tarda sólo unos minutos en subir lentamente mi camiseta por mi vientre. Me siento en la cama para que le sea más fácil quitármela y quedamos cara a cara. Me mira a los ojos mientras sus manos se acercan a mis costados y, rozando mi piel, me la quita. Baja la mirada lentamente para ver mi cuerpo, lo acaricia con cariño y me abraza.

- Significas tanto para mí... - susurra besando mi mejilla.

Ahora soy yo quien toma su cara entre sus manos y le besa con cariño. Pegamos nuestras frentes y, tomando una valentía que no sabía que tenía, me desabrocho el sujetador y lo dejo caer al suelo. Él baja la mirada para observar mis pechos y los acaricia susurrando mi nombre.

Me vuelve a tumbar sobre la cama y, colocándose sobre mí de nuevo, empieza a besar mis clavículas, bajando lentamente hasta mis pechos. Abro la boca por inercia al sentir sus dientes morder mis pezones y su lengua acariciar esa parte tan sensible de mí.

Toma mi cadera con seguridad y va bajando su boca por mi cuerpo dejando un rastro de besos hasta llegar al borde de mis pantalones que lentamente desabrocha y quita. Se para a observar mi cuerpo ahora tan sólo cubierto por unas bragas de encaje y susurra "Eres preciosa, Marie".

Es la primera vez que alguien me ve así, tan expuesta y sin ropa... pero no siento vergüenza. Los ojos de Logan me transmiten tanta calma y complicidad que me recuerdan que lo que está pasando es real y estoy desnuda delante del hombre por quien he sentido tantas cosas estos últimos meses y he imaginado tantas veces que me tocaba de esa manera. Aunque ahora mismo se sienta todo como un sueño.

Me levanto, miro el bulto que hay entre sus piernas y acerco mi mano con la clara intención de darle placer yo a él, pero me para antes de que llegue a hacer nada y me vuelve a tumbar diciendo "Hoy eres tú quien merece disfrutar".

Observo cómo está él de rodillas al lado de mi cuerpo reclinado. Empieza a acariciar mis piernas tan suavemente que un escalofrío me recorre toda la espina. No puedo dejar de mirarlo cuando abre mis piernas, se coloca entre ellas y vuelve a besar mi vientre, pasando su lengua por el borde de las bragas. Cierro los ojos y me dejo llevar completamente. Mis manos agarran su cabello.

Sus dedos empiezan a separar la tela y acariciar la carne que hay debajo, juega con el borde y besa mis muslos. Su lentitud me vuelve loca.

Al cabo de unos minutos empieza a bajar mi ropa interior haciéndola patinar por mis piernas hasta deshacerse de ella

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Al cabo de unos minutos empieza a bajar mi ropa interior haciéndola patinar por mis piernas hasta deshacerse de ella. Una de sus manos acaricia mis muslos, subiendo cada vez más, mientras vuelve a acercar su cuerpo al mío y me besa con dulzura.

- Eres preciosa, y no quiero que te sientas nunca avergonzada por tu cuerpo - susurra mientras su mano no deja de avanzar.

Cierro mis ojos por inercia y hecho la cabeza hacia atrás cuando sus dedos tocan por primera vez mi clítoris. Contengo un gemido cuando sube y baja lentamente por esa zona. Se acerca a mi oreja para susurrar con una voz grave y erótica "Estás muy mojada, nena...".

Sus dedos trazan círculos presionando contra mi centro y ya no puedo reprimir más los gemidos. Él sigue sobre mí, con su boca al lado de mi oreja haciéndome vibrar cada vez que respira. Entrelaza su otra mano con la mía cuando empieza a introducir dos dedos dentro de mí.

Nuestras respiraciones aceleradas inundan la habitación cuando empieza a mover su mano dentro y fuera de mí. Acerco mis caderas a su mano cada vez que entra buscando el mayor contacto y siento las gotas de sudor cayendo entre mis pechos. Su cuerpo se mueve con cada movimiento que hace su mano, pegando sus caderas cuando está dentro. Quiero más.

Parece leerme la mente porque empieza a besar mi cuello y baja por mis pechos y vientre hasta que siento su lengua sobre mi sexo, húmeda y suave. Arqueo la espalda en un gemido y agarro con fuerza las sábanas que hay bajo mi cuerpo.

Acerca de nuevo dos de sus dedos y los introduce en mí sin dejar de mover su lengua. Entra y sale a un ritmo que me hipnotiza, presionando con sus yemas un punto en mi interior que me vuelve loca.

Cada vez se mueve más rápido hasta que siento que introduce un dedo más en mí y sigue torturándome de placer con sus movimientos. Con su pulgar acaricia también mi clítoris y cuando siento que voy a explotar susurro su nombre; Logan acerca su cara a mi cuello sin dejar de trazar círculos sobre mi sexo, pega nuestros cuerpos y siento el aire que sale de su boca con cada suspiro que acompasamos.

Me olvido de todo lo demás, de lo que nos rodea, de dónde estamos... ahora mismo sólo importamos nosotros. Llego al orgasmo con un último gemido abrazándolo con fuerza.

Al terminar siento como me devuelve el abrazo de manera cálida y delicada. Me encuentro sin fuerzas y con un sueño repentino que me consume completamente. Logan se da cuenta de ello y se tumba a mi lado -aún vestido-, haciéndome apoyar mi cabeza contra su pecho y rodeando mi cuerpo desnudo con sus brazos. 

- ¿Estás bien? -pregunta con cariño.

No contesto, sólo me acurruco más, sintiendo cómo el latido de su corazón lentamente se acompasa con el mío mientras intento calmar mi respiración. Su calor me inunda y me siento totalmente protegida. Besa mi frente antes de rendirme al sueño.

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⏰ Última actualización: Mar 13, 2018 ⏰

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