Entramos a la habitación en la que había estado ingresada. Logan no me suelta la manga hasta que me siento en la cama otra vez; él se sienta en una butaca. El hombre de antes está de pie, mirándonos a los dos.
- Tendrás muchas preguntas... -empieza a decir, dirigiéndose a mí.
- Claro -¿a caso no es obvio?
- Eres libre de preguntar todo lo que quieras.
"Faltaría más", pienso yo, arrepintiéndome de ser tan borde cuando solo pretende ser amable.
- ¿Quien eres? -pregunto.
Empieza el interrogatorio.
- Tal vez Logan ya te haya hablado de mi -se dirige a él-, pero por si acaso soy Sean Friedlander, doctor y mutante en ratos libres -ríe por su ocurrencia y yo le sonrío por cortesía.
>> Estuve varios años en la Escuela X y trabajé con Logan y el Profesor como doctor de mutantes. Los niños con poderes se lastiman muy a menudo, ¿sabes? Les cuesta tiempo aprender a controlarlos y mientras tanto pasan semanas y semanas con quemaduras, golpes, cortes... Créeme, he visto de todo. -habla siempre sonriente y con voz dulce; tal vez no debería tratarlo de manera tan despectiva...>> Un tiempo después partí a ejercer de enfermero en este hospital, que aunque sea pequeño y no muy higiénico, cumple con su cometido y te acabas acostumbrando. Ahora hay muy pocos trabajadores y los que hay no hacen preguntas. Es por eso que te trajimos aquí.
- ¿Qué pasó antes que eso?
Logan se levanta de repente, como si no quisiese escuchar la respuesta, y se va hacia la puerta soltando un "Voy a fumar". Ambos lo miramos hasta que se cierra la puerta y entonces volvemos con nuestra conversación.
- Verás, Logan me llamó hace unos días diciéndome que necesitaba ayuda urgente pero que era un tema... complicado, y había que ser discretos. Dijo algo sobre una mutante que necesitaba un médico urgentemente y obviamente le dije que aceptaba. No se reciben llamadas a diario de amigos que hace tantos años que no ves, y menos si tienen la personalidad de Logan; por eso deduje que era algo importante. A demás... Le debía demasiados favores.
>> Unas horas después nos encontramos en la entrada trasera de este hospital; él te llevaba en brazos y parecías inconsciente. Me explicó tu mutación para que tuviera cuidado de no tocarte mientras te atendía. Espero que no te moleste que te haya asignado esta habitación... En realidad antes era un trastero viejo pero no quería que hubiese una mutante en las habitaciones normales; no me malinterpretes, lo hice para protegerte... Espero que no te ofendas.No digo nada, solo asiento.
- Estabas muy mal cuando llegaste: totalmente desnutrida, deshidratada, con pulmonía, heridas infectadas, hematomas... Si no hubiera sido por Logan... -mira al suelo y no termina la frase.
- Lo sé -admito.
- Ahora estás estable. De la pulmonía solo quedan las secuelas, ya ha pasado el peligro. Te he desinfectado las heridas; eran muy superficiales. El suero te ayuda con la desnutrición, pero en cuanto te encuentres mejor deberías intentar comer algo para ver si te sienta bien. Aún así aún estás débil; sería mejor que guardases reposo un tiempo. Entre Logan y yo nos ocuparemos de todo, no te preocupes.
En unos días ya podrás salir de aquí y llevar tu vida normal -sonríe amistosamente.¿Normal? ¿Qué es normal en mi vida...?
Justo entonces veo la silueta de Logan en la puerta, apoyado de espaldas y con la mirada baja.
Veo como toma una bocanada de aire, suspira nervioso y entra a la habitación. Sean y yo lo miramos como si interrumpiera algo. Él hace caso omiso y se sienta en uno de los sillones, mirando por la ventana.
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X-Men: Mi inmortal
FanfictionFanfic romántico y de aventuras entre Lobezno (Logan) y Pícara (Marie). Basado en la saga X-Men de Marvel. · La joven Marie, harta de herir a la gente al entrar en contacto con su piel por culpa de su reciente mutación, huye hasta Loghlein City: u...