Mansión X

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Logan's POV

Paseamos por un bosque hacia la entrada de la mansión. Es un día muy soleado, y la luz se filtra por los agujeros que hay entre las hojas de los árboles. Veo algunas ardillas que salen corriendo a nuestro paso y la suave brisa mueve las ramas de manera relajante, pero a excepción de eso, todo lo demás está quieto y en silencio.

Sigo dándole vueltas a la última frase de Marie "Creo que tu eres del segundo grupo... De los hombres buenos, capaces de amar". Nunca me habría imaginado que alguien me dijera eso, y menos ella... A demás, a penas me conoce y ni sabe nada de lo que he hecho toda mi vida... Si supiera todos mis pecados, no estaría aquí alabándome.

Aún así, me gusta pasear con ella a mi lado. Me gusta creer que conmigo estará bien protegida, y me gusta más aún que ella parezca sentirse a salvo conmigo. Se la ve tan relajada y tranquila ahora mismo que prefiero no romper el silencio con alguna de mis tonterías. Ella solo sonríe mirando a los árboles, respirando hondo un aire tan puro.

En menos de diez minutos ya estamos ante la mansión del Profesor. Veo la cara de Marie boquiabierta y con los ojos también abiertos de par en par. La verdad es que la visión impresiona: el edificio que tenemos delante es majestuoso en todos los aspectos; es exageradamente grande, su fachada está hecha con el más sumo gusto y delicadeza, con detalles que adornan toda paredes de piedra, sus puertas y ventanas de roble oscuro y unos jardines increíblemente bien cuidados, coloridos y con sus flores y árboles milimetricamente colocados. En el centro hay una plaza circular formada por una fuente rodeada de arbustos con unas preciosas rosas negras formando una gran X. Incluso hay paredes cubiertas completamente por enredaderas del verde más puro que he visto en mi vida.

Me sigue impresionando incluso a mí, después de tantos años.

Nos acercamos a la puerta y doy unos golpes con el gran picaporte de hierro en forma de león. Nadie contesta.

- ¿Profesor? Soy... -empiezo a decir cuando de repente la puerta se abre.
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Marie's POV
Al abrirse completamente la puerta, he de mantener la calma y agarrarme a Logan para no salir corriendo: ante nosotros está una criatura azul enorme y peluda mirándonos fijamente. No parece amenazante puesto que tiene una amable sonrisa en su rostro, pero su cuerpo es tan extraño y fiero...

- Ya lo sé, os he visto por la cámara de seguridad al entrar con la furgoneta... Que por cierto, ya va siendo hora de que la cambies, Logan, algún día de estos va a acabar explotando. -dice el ser con una peculiar pero preciosa voz grave, dando un corto abrazo amistoso a Logan.

- Esa furgoneta me va acompañar a la tumba, Henry, y ya sabes cuánto queda para eso... -parezco ser la única que no entiende ese chiste, porque ambos se echan a reír a la vez.

- Henry, ésta es Marie, la chica de la que os hablé a ti y a Charles. Marie, éste es Henry Philip McCoy... "Hank" para los amigos.

- También puedes llamarme Bestia, que es más fácil de recordar -dice la azulada criatura, extendiéndome la mano.

Me quedo quieta un segundo, dudando, no por la peligrosidad de Hank, si no por la extrañeza del momento. Al final, le estrecho la mano y susurro un suave "Mucho gusto..." Sin poder dejar de mirarlo. Me siento mal por tratarle así, pero es demasiado extraño ver un hombre enorme, azul y peludo vistiendo traje y corbata y con unas gafas de metal sobre su nariz de animal.

- No te preocupes, la gente suele asustarse de mi forma mutante, pero la verdad es que en general soy tan manso como un gatito... Yo de ti me preocuparía más por el hombre que tienes al lado -dice mirando a Logan- Este si que es peligroso -suelta una breve y grave risa.

- Vamos, Hank, no asustes más a la chica y déjanos pasar de una vez. -contesta Logan, entre bromeando y amenazando.

Hank nos deja entrar y me quedo casi tan impresionada como cuando estaba fuera: las paredes son de madera oscura, al igual que el suelo. Todo está lleno de muebles antiguos y decoración exquisita. Nos conduce por un largo pasillo lleno de puertas a ambos lados hasta una enorme sala con sofás y ventanales que iluminan toda la habitación. Hank se retira, excusándose porque ha de impartir una clase.

- ¿Una clase? - le pregunto a Logan al salir Hank del salón y quedarnos nosotros solos. -¿Esto no era solo una mansión?

- ¿Solo una mansión? No, que va. Si fuera solo eso...

X-Men: Mi inmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora