Sin rumbo

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Lobezno's POV

Ella baja la mirada, apenada. No puedo creer que esté hablando de esto con una desconocida. De repente levanta la cabeza, me mira y sonríe.

- Mira la parte buena, no hace falta que compres una podadora para el jardín: ¡puedes cortar tú mismo los setos!

Esta chica es tonta.

Pero aún así me rio sin poder reprimirlo. ¿En serio ha hecho coña de eso? ¿Y yo me estoy riendo? No sé qué me pasa hoy.


La miro de reojo y la veo sonriendo con los ojos casi cerrados. Dios mío, dónde me he metido...

- ¿Qué clase de nombre es Pícara? -le pregunto al cabo de unos minutos.

- ¿Qué clase de nombre es Pícara? -le pregunto al cabo de unos minutos

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- No lo sé. ¿Qué clase de nombre es Lobezno? -contesta, astuta. Sonrío.

- Puedes llamarme Logan.

Me mira y asiente antes de decir:

- Marie.


Después de tanta conversación por fin ya sé al menos el nombre de la desconocida a la que estoy llevando mi camión. Es una chica rara, MUY rara, pero es mutante y en el fondo de mí tengo la necesidad de ayudar a mis iguales. Se gira hacia mí de nuevo y empieza otra vez con su interrogatorio:

- ¿Puedo preguntar a dónde vamos?

- A ninguna parte -respondo encongiéndome de hombros.

- Oh, ¡vamos! Todo el mundo va a alguna parte. No me creo que estés vagando sin rumbo.

- Pues créetelo.

- ¿Y qué hacías en Loghlein City, entonces? -pregunta con una ceja levantada.

- ¿Y qué hacías en Loghlein City? -yo también sé jugar a eso, Marie.

Ella balbucea y me mira perpleja.

- Yo he preguntado primero -alcanza a decir.

- ¿Si? Pues llegué allí hace unas semanas por casualidad, pasaba por la carretera y vi el rótulo de Loghlein City, me resultó curioso y entré. Me enteré de que había lucha libre y que pagaban bien si aguantabas suficiente. Luché más de diez combates diarios, dormí en mi camioneta y conseguí ahorrar algo de dinero para comer y comprar más gasolina. ¿Satisfecha ahora?

- Sí, satisfecha. Pues yo llegué en auto-stop, pensaba que era un motel y resultó ser un antro asqueroso y lleno de gentuza que...

- Oye, menos, ¿eh? -gruño.

- Sin ofender, claro... Y entonces te encontré, pasó lo del bar y luego me colé en tu remolque. No hay mucho más que contar.


Suelto un simple "mhh..." a modo de respuesta. Solo le he preguntado para que dejara de interrogarme, no para que me contara su vida y me obligara a contar la mía. En fin... Al cabo de unos minutos, dirijo el coche hacia la entrada de un bosque y lo aparco allí, echando el freno de mano.

- ¿Qué haces? -pregunta Marie sorprendida.

- ¿Es que no piensas dormir? -le pregunto como si fuera obvio.

Ella me mira con los ojos abiertos y expectantes.

- Pero... ¿ahora? Solo son las nueve y media de la noche -dice bajito.

- ¿Es que tienes prisa?

Marie mira a ambos lados, observando el entorno, y luego me mira a los ojos y suspira.

- No, claro que no.


___


Marie's POV

Estamos en la entrada de un bosque, a un lado de la carretera. No son ni las diez de la noche pero aún así el cielo es negro azabache y no se ven más luces que las del cielo. Logan me parece la persona más interesante que he conocido, tal vez por el misterio que le envuelve o por el mero hecho de ser el primer mutante que conozco. Aún así creo que es algo increíble que haya aceptado el llevarme consigo de tan buena gana... dentro de lo que cabe.

- ¿Donde vamos a dormir? -pregunto intrigada.

Logan señala con el pulga hacia atrás, donde por primera vez me doy cuenta de que hay algo así como una "casa" dentro de la furgoneta. Detrás de los asientos del conductor y copiloto hay una habitación improvisada pero funcional. Logan abre la puerta del piloto y sale fuera. Yo lo imito.

Una vez abajo, él se dirige a la parte de detrás de la furgoneta y abre una puerta deslizante. Fuera hace frío y el viento sopla de manera constante y helada. Él me indica que suba y yo me acerco. Cojo los bajos del abrigo y los levanto a la altura de las rodillas para no tropezar. Aún así es muy alto y no llego ni a colocar el pie en el resorte para subir. Entonces Logan se da cuenta de ello antes de que pueda decir nada y me tiende la mano para que me agarre a ella y me impulse. Con miedo, coloco mi mano enfundada por el guante de cuero sobre la suya.

Es extraño... creo que hacía años que no entraba en contacto con nadie. Nadie me había dado la mano nunca y, aunque lo hubiera hecho, yo me habría negado a aceptársela. Tengo miedo de que descubran que soy un monstruo. Un monstruo que puede matar a cualquiera con solo tocar su piel. Tengo miedo de hacer daño a alguien; yo no pedí ser el monstruo que soy... Yo solo quería ser normal, una chica de instituto que pudiera abrazar a sus amigas, dar la mano a su madre, besar a alguien, tener sexo... Pero no, todo eso me fue arrebatado cuando un día, sin previo aviso, empecé a dañar a la gente al tocarla y ya nada ha vuelto a ser como antes. Me gustaría haber hecho todo aquello antes de convertirme en lo que soy, me gustaría al menos saber qué se siente al tener sexo, aunque pueda parecer algo grotesco decir esto. Aún no me cabe en la cabeza que no pueda tener ningún tipo de relaciones en la vida... Voy a morir virgen, como si fuera una maldita monja.

Joder, cuando me doy cuenta, mi mano aún está sobre la de Logan y él me mira con expresión de duda.


Su mano es fuerte y algo mayor que la mía. El tacto (aunque no lo pueda notar por completo por culpa del guante) es suave a la vez que rugoso; supongo que por las palizas que está acostumbrado a dar en antros como Loghlein. Es cálida y transmite un calor que hacía mucho que no sentía: el calor humano.

- Es así de alto porque antes era una furgoneta de transporte de mercancías. ¿Puedes subir?

- Eh... -ya no sé ni lo que iba a hacer; me he quedado empanada más tiempo del que pensaba.

- Tranquila, te ayudo.

De repente Logan coloca su otra mano en mi cintura y la toma con fuerza, rodeándome con su brazo. Me estremezco, me sonrojo como un tomate y doy gracias por la oscuridad de la noche que oculta mi rojez.

Llevo mi otra mano a mi cintura y la coloco sobre la suya, sujetándome a ella. Acto seguido Logan impulsa su brazo hacia arriba y me levanta del suelo como si no pesara nada. Con esto consigo llegar al interior de la alta furgoneta y entro. Logan pone un pie en un resorte y se impulsa hacia arriba con una facilidad increíble, dado lo alto y grande que es. En unos segundos está arriba y cierra la puerta por la que hemos entrado. Se da la vuelta y queda a escasos centímetros de mi cara.

Sus labios están a la altura de mis ojos: los tiene entreabiertos y veo como pasa su lengua por ellos para humedecérselos. Su cuerpo está muy cerca del mío, casi tocándome y siento su respiración sobre mí.

- Es poca cosa, pero es todo lo que tengo. Al menos cumple las necesidades básicas.

¿Eh? ¡Ah! La casa, sí, la casa. Sacudo mi cabeza para apartar todo pensamiento extraño que pueda pasar por ella y le contesto con una sonrisa en la cara:

- Es... perfecto.

X-Men: Mi inmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora