Procrastinación

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... No.

Mi mente deja de estar nublada de repente: No.

¿Cómo he podido...? No; ¡¿cómo HA podido?! ¿¡Por qué ha hecho eso, sabiendo el peligro que conlleva?! ¡Podría haber pasado cualquier cosa! Y además me deja ahora así, rebosante de lujuria por todo lo que podría haber pasado si yo no fuera un puto monstruo. Lo odio, lo mataría ahora mismo con mis propias manos, pero el recuerdo de lo que acaba de pasar sigue demasiado fresco en mi mente y piel. Definitivamente me va a costar la vida conseguir dormirme hoy... y menos sabiendo que Logan dormirá a mi lado.

Inconscientemente una de mis manos se desliza abajo por mi vientre, dispuesta a hacerme aquello que no ha hecho Logan.



LOGAN'S POV

Qué coño he hecho. Joder. Definitivamente debo dejar el alcohol. Vamos, Logan, ¡es solo una niña! ¿Qué cojones pretendes...?

Me meto en la ducha con los pantalones puestos y abro el agua fría sin pensárselo dos veces. El shock por el cambio de temperatura actúa como esperaba: serenándome, poniendo en orden mis ideas y sobre todo, sacando de mi cuerpo cualquier atisbo de lujuria.

Unos minutos después salgo y me paro delante del espejo. Quito con la palma de la mano el poco vaho que me impide verme y me observo detenidamente:

No me había dado cuenta de que hacía días que no me afeitaba; acaricio la barba incipiente mientras me miro a esos ojos oscuros y profundos que parecen haber vivido millones de penurias.

Sacudo la cabeza para centrarme: lo que ha pasado con Marie no volverá a suceder.

Salgo del baño y regreso a la habitación tras haberme secado, llevando solo con unos pantalones de deporte. Encuentro el cuerpo de Marie acurrucado, iluminado solo por las brasas del fuego.

Me tumbo yo también en mi cama y miro el techo, siendo consciente de que ella también está despierta. Ninguno dice nada sobre lo ocurrido aunque sea obvio que ambos estamos pensando en ello.



MARIE'S POV

A la mañana siguiente me despierto con el sonido de un coche viejo pasando por delante del hotel. Mierda, espero no haber dormido demasiado.

Logan no está a mi lado, así que ya sin la tensión de volvérmelo a encontrar tras lo de ayer, me dirijo a mi habitación con más calma.

Allí me vuelvo a topar con el desorden de ropa que dejé ayer sobre la cama porque me daba pereza ordenar, así que decido que es un buen momento para colocarlo todo en su sitio puesto que aún no ha llegado la merienda. Ahora a plena luz del día, el montón de ropa parece más grande, aún si cabe.

Diez minutos más tarde solo me queda una bolsa a colocar; la abro para desvelar su contenido y me encuentro la lencería roja que me compró Logan. Me había olvidado completamente de ella. Una sonrisa pícara (valga la redundancia) se dibuja en mi cara, y el sentimiento de curiosidad en mí es demasiado grande como para no satisfacerlo, así que corro a probármelo.

Justo de mi talla; de verdad que no sé cómo lo ha adivinado este hombre... La verdad es que me siento cómoda y se ajusta a mi cuerpo como un guante. Aprovecho que Logan no está para ir al baño a peinarme y acicalarme un poco para no parecer una loba recién despertada.

Decido no quitarme la lencería aún; me gusta cómo me veo con ella... de alguna manera se podría decir que me veo ligeramente "atractiva", si es que esa palabra se puede usar en mí.

X-Men: Mi inmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora