X-Men: Mi inmortal

Déjame amarte

Sus labios son cálidos y tiernos: a penas rozan mi boca. Sonrío y cierro los ojos. Logan se separa unos segundos para mirarme y sonreír.

- Lo siento, no he podido evitar...

Lo callo presionando esta vez mis labios contra los suyos. Corresponde a mi beso y me acaricia el pelo con delicadeza.

No puedo creer que esto esté pasando. Logan, yo... llevaba tantos meses soñando con poder hacer esto que siento como si estuviera en un sueño. Ya no recordaba qué se sentía al besar, ni siquiera al sentir el calor de la piel de alguien sobre la mía.

Me separo unos centímetros para rozar su nariz con la mía: tiene los ojos cerrados. Respiro el mismo aire que él hasta que su mano vuelve a subir hasta mi mejilla y me acerca a él de nuevo para que lo bese.

Son besos suaves, tiernos, casi sin presionar nuestros labios.

De repente vienen a mi cabeza imágenes de todo lo que hemos tenido que pasar para llegar hasta aquí y siento que los ojos se me humedecen. Todo podría haber salido mal... todo.

- Pequeña... ¿estás bien? - me susurra al oído abrazándome fuerte.

Solo puedo asentir y rodearlo con más fuerza entre mis brazos.

- Han pasado tantas cosas... nunca pensé que pudiese curarme.

No contesta. No hace falta hacerlo.

- Gracias, Logan.

- No me agradezcas nada.

Sus labios se vuelven a unir a los míos esta vez con fuerza. Respondo al beso con necesidad y siento su lengua rozar la mía y abro la boca por inercia. Nuestras lenguas se funden lentamente y con timidez. De tanto en tanto se separa de mi para mirarme a los ojos y volver a besarme. Me siento como en una nube.

Pasan al menos dos horas en las que solo nos besamos y acariciamos, yo sentada sobre sus piernas y él rodeándome la cintura, sintiendo el calor del otro y pasando mis yemas por todo su cuello.

Logan se separa de mis labios y apoya su cabeza en mi hombro. Siento cómo respira sobre mi piel. Una de sus manos baja por mi espalda lentamente mientras me da un beso en el cuello. No puedo evitar un pequeño suspiro.

Me acaricia la cadera y siento sus dedos por debajo de mi camisa, trazando suaves círculos sin dejar de dar pequeños besos en mi cuello y clavícula. Me cuesta respirar y solo puedo suspirar de satisfacción.

- Logan... - pronuncio su nombre con necesidad. Mi piel arde de deseo como aquel día en el hotel. Ahora mismo lo quiero todo con él: necesito sentirlo más.

- Hoy no, pequeña... hoy solo quiero dormir abrazado a ti.

Sus palabras me rompen por dentro. Lo abrazo con fuerza y susurro en su oreja:

- No me sueltes.

- ... Nunca.

___

Me despierto por culpa de la luz del sol. Estoy tumbada en la cama, con el brazo de Logan rodeándome al cintura y su boca respirando sobre mi nuca. Lentamente me doy la vuelta para verlo dormir... está tan en paz. Acaricio su mejilla con suavidad, sonriendo.

- Buenos días, preciosa - susurra abriendo los ojos poco a poco mientras aparecen destellos de luz en ellos. Hundo mi cara en su hombro y me abraza con fuerza. Su cálido corazón palpita a un ritmo que me adormece.