Perdón y gracias

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Marie's POV

Estoy en mi casa, en mi hogar, con mi familia. No llevo guantes ni capucha, voy en manga corta porque es verano, pero hace mucho frío. Aún así no me quejo y sonrío a mis padres, que están en frente de mí. Empieza a entrar gente a la casa a saludarme y prepararme una fiesta. Entre la gente que entra están mis amigos y mi novio, que me abraza por detrás y me levanta en brazos. Yo sonrío y le abrazo con fuerza, colocando mi cara en su cuello. Su piel me transmite calor, lo acaricio con mis manos desnudas y siento su corazón latir cerca del mío.

De repente me doy cuenta:
yo ya no tengo amigos.


Me despierto sobresaltada y tardo unos segundos en darme cuenta de que estoy en brazos de Logan. Le miro con pavor:

- No... ¡No! ¡Suéltame! ¡Déjame, por favor! -le grito.

Forcejeo e intento que me suelte, moviéndome rápidamente. Él no se mueve.

- Por favor... no quiero hacerte daño... -susurro casi sin fuerzas, intentando zafarme de él. Algunas lágrimas empiezan a surcar mi cara.

Levanto la mirada y veo la cara de Logan que me mira serio. Mi labio tiembla.

- Marie... Tranquila... -susurra él.
- Suéltame, Logan, suéltame, por lo que más quieras...

- Marie... Estás envuelta en una manta, no nos estamos tocando. Calma... nadie va a hacer daño a nadie.

Lo miro muy quieta. En sus ojos veo algo de pena, pero no miedo. El miedo lo tengo yo. Entonces me doy cuenta de que Logan me ha cubierto con una manta antes de levantarme en brazos y que ninguna parte de mi cuerpo toca directamente su piel, y eso me tranquiliza.

No quiero que nadie me toque. Me doy miedo a mi misma de lo que pueda llegar a hacerle a alguien sin querer. No puedo imaginar el volver a hacer daño a alguien tan cercano... No lo soportaría. Por eso quiero mantenerme alejada de todos, para mantenerlos a salvo... Y para limpiar mi consciencia y castigarme a mi misma por lo que hice ese dia, hace ya tantos años...

Poco a poco se va agachando y lentamente me deja a mí estirada sobre el sofá-cama con la manta por encima. Me quedo muy quieta hasta que él se aparta unos metros de mí. Ahora ya no hay peligro, pero empiezo a llorar de nuevo. Me doy la vuelta para darle la espalda a Logan y dejo que mis lágrimas caigan por mis mejillas sin intentar retenerlas. No ha pasado nada, pero podría haber pasado. Podría haberle hecho daño, mucho daño con solo un movimiento en falso. Intento al menos reprimir el sonido de mis sollozos. Él solo quiere que esté a gusto, y yo ahora voy y le reprocho lo que hace. Idiota. Eso es lo que soy.

No lo veo, pero sé que Logan está mirándome de pie frente al sofá. Me siento fatal por él, solo quería ayudarme para que durmiera en el sofá y no en el frío suelo de la furgoneta. Pobre... Joder. ¿Por qué tengo que ser tan imbécil?


Oigo los pasos de Logan que se alejan de mí.

- Logan... lo siento. Perdóname... y gracias -le susurro en un hilo de voz sin siquiera mirarle.

- Lo siento. -es lo único que dice.

Joder. Eso me hace sentir peor y llorar más aún. Me acurruco, me hago una bola y me tapo completamente con la manta: intento hacerme invisible, desaparecer. No quiero darle a Logan más problemas de los que ya tiene, y tampoco me quiero aprovechar de su bondad... Mañana por la mañana recogeré mis cosas, le dejaré los últimos billetes que me quedaban en el bolsillo de la chaqueta a modo de disculpa y me iré sin decir nada. Tal vez escriba alguna nota pidiendo perdón y agradeciéndole lo que ha hecho por mí, pero no me veo capaz de despedirme a la cara con Logan; le he acabado cogiendo cariño, aunque lo haya conocido hace nada. En el fondo nos parecemos mucho y es la primera vez en mucho tiempo que alguien me hace sentir tan bien.

En el silencio de la oscuridad oigo las teclas de un teléfono marcar un número y después la voz grave de Logan decir: "¿Profesor Xavier? Sé que es tarde, pero me gustaría hablar con usted de un tema importante..."


•••


A la mañana siguiente me levanto silenciosamente. He dormido fatal pero al menos he podido descansar un poco. Intento no hacer ruido y me cambio de ropa a oscuras. Debe ser bastante pronto aún. Recojo mi maleta, le dejo encima de la mesa todo el dinero que tengo en mi cartera. Él lo merece más que yo.

Recojo un papelito que llevaba en mi bolsillo y intento escribir lo que siento, para que entienda el motivo de mi partida y no se sienta culpable de ello, pero de nuevo lo único que alcanzo a escribir con la mano temblorosa es un "perdón y gracias por todo".

Supongo que Logan debe seguir durmiendo en el suelo, como estaba ayer, pero no soy capaz de voltearme a mirarlo. Me siento fatal; nunca debí acercarme tanto a alguien: siempre que lo hago acabo perjudicando a esa persona.

Me acerco a la puerta y la abro dos palmos torpemente, lo justo para salir yo y que no entre luz. Doy un salto al suelo y caigo de bruces. Mis pantalones se rasgan y hay sale algo de sangre en de rodillas. Lloro, pero no por el dolor, sino por tener que dejar atrás algo que hubiera deseado con todas mis fuerzas que funcionara.

Está amaneciendo, cielo está naranja y hay unas pocas nubes que surcan el cielo lentamente. Avanzo arrastrando los pies y con lo que queda de mi maleta en el hombro.

No llevo ni dos metros cuando mi cara cambia completamente al oír su voz cálida gritarme:

- ¡Hey! No quería despertarte. ¿Quieres que prepare algo de desayuno o prefieres ducharte antes?

X-Men: Mi inmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora