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El novio de alguien más.

Sus palabras "mañana lo solucionaré y dejaré las cosas bien claras", tuvo que comérselas, porque a pesar de que lo persiguió por toda la aldea y lo busco por todas tardes Boruto desapareció para ella. No pensó que esas estúpidas amenazas serían verdad. 

Puso todo su esfuerzo en aclarar las cosas entre ellos.

—Kawaki, mi intensión no es molestar. 

—Estas molestando— dijo el gruñón sentado en la entrada de la casa. Ella le dio un buen golpe por imbécil y le dedicó una mirada asesina. —¡Auch! ¡Qué bruta! ¿Qué? ¿Qué quieres?

—Dime donde esta Boruto. Tengo que hablar con él. 

—No—. Ella le enseño el puño, le iba a partir la madre sino se lo decía ya. 

Lo buscaba hace más de dos semanas. No podía ocultarse para siempre de él. Kawaki lejos de lucir intimidado, la ignoró, sin embargo la orgullosa Uchiha lo había buscado diligentemente, este bostezo antes de mostrar empatía. —Por favor, Kawaki. 

—Ven— camino con las manos en los bolsillo. La guió por unas calles aunque parecía que no la llevaba a ninguna parte —sabes el idiota de mi hermano no es un sensor. 

—Lo se— dijo algo preocupada. 

Se sentó en el suelo llegado a un punto y tiró del brazo de la Uchiha para obligarla a sentarse con él, ella se iba a quejar pero este la hizo callar. Luego esperaron algo. Sarada puso su rostro entre sus manos esperando. 

Kawaki la trajo a este pequeño parque por alguna razon, entonces escucho la voz de Sumire, dulce, entusiasta y llena de afecto y luego la voz de su ex novio. Se cubrió la boca para evitar que saliera un sonido de ella, completamente impactada, miró a Kawaki, el malhumorado tenía cara de fastidio total. 

Se mantuvieron escondidos tras los matorrales hasta que la pareja de enamorados se fue de allí. Sarada miró alrededor, este era el barrio donde vivía Sumire. Su respiración comenzó a salir con dificultad y sus sentidos se cerraron, como si estuviese padeciendo un encierro. El moreno le puso la mano en la cabeza, no era bueno con las sutilezas, pudo ignorarla por más tiempo como había hecho hasta ahora y debía admitir que también fue una sorpresa para él, saber que su hermano cambio de novia, como cambia de ropa. Le dio unas palmadas ligeras. 

—Lo siento princesa, creo que no es necesario que vayas a buscarlo para solucionar las cosas. 

No sabía que decir, tartamudeó monosílabos. 

—Tranquila. Tienes que olvidarlo— le dijo antes de marcharse. 

Su amenaza fue cierta. 

No le dio el tiempo de solucionarlo, siquiera de asimilarlo antes de iniciar otra relación. Se agacho y se largo a llorar allí mismo. Es tan injusto, tan injusto ¿Por qué? 

Su cabeza se lleno de preguntas sin respuestas, abatida, aturdida, gritó con todas sus fuerzas, derramo dolor intensamente, sus ojos se llenaron de rojo mostrando su sharingan incompleto.

¿Por qué era así con ella? ¿Dónde fue que se equivocó tanto?

Antes del aniversario había estado todo bien. La rutina de siempre. No, fue el día antes del aniversario, Boruto la beso y mientras lo hacía metió sus manos dentro de su ropa, ella lo abofeteó y le dijo que no, desde allí todo se pudrió. Que tan difícil es para él, como persona entender un NO. 

Volvió como pudo a su casa. Necesitaba dormir, no quería hacer nada. 

Shikadai se largo a reír del humor negro de Mitsuki, mientras fumaban antes de entrar al bar cuando Kawaki paso a toda prisa, los vio allí. El Nara agitó la mano —Ey, joven corpulento, estabamos esperándolo— hizo un ademán, con reverencia y todo. —¿Por qué nos haces esperar? 

Mi segunda opción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora