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Compañero.

Tsunade luego de terminar la operación se quedo observando como dormía plácidamente el hijo de su compañero. Había algo que le intrigaba demasiado, no parecía un simple clon como fue que lo definió Orochimaru. Además era tan extraño, al final ninguno de los tres sanin tuvo hijos, bueno al final él que menos posibilidades tenía de engendrar, cultivo sus propios hijos. Que ironía.

—Si quieres uno, puedo frabricarte uno— sintió que el lado maternal de Tsunade afloró, al menos con el menor de sus hijos. Si quería un hijo podía sacar alguno del almacén. Ya que consideraba que estaba vieja para tener uno propio, sobretodo a estas alturas, después de todo tampoco ella volvió a enamorarse. 

Sarada estaba mirando a una distancia prudente y puso sus ojos en blanco. Que feo sonó eso. Ahora con esos comentarios y afirmaciones entendía muy bien el porque los comentarios desafortunados de Mitsuki. Podía rastrear las raíces hasta aquí. 

—¡Eres ridículo!— Gritó pero se tapo la boca de inmediato —solo estoy extrañamente encariñada con este— admitió sentándose en una silla. La embriaguez ya había desaparecido de su organismo. Podía sacar esas conclusiones luego de observarlo suficiente. 

Tomo unos documentos y comenzó a leer los informes acerca de constitución de Mitsuki, alzaba la ceja cada vez que leía algo curioso o más que curioso, una constitución inusual, no había otra forma de llamar a "esto". 

Orochimaru se sirvió un té, Suigetsu paso con la bandeja poniendo mala cara, él no era una criado, pero sino lo hacia esa poderosa mujer le iba a plantar fuerte y claro justo en la cara su puño. Que dolor.

—No es un simple clon. Mentiroso. 

Orochimaru botó un suspiró con su postura erguida y con las manos escondidas —que más da, su ADN en su mayoría es mio, aunque saque un poco de aquí y de allá ¿Cuál es la diferencia?

—Eh... — Tsunade miró a la otra cama. El hermano que no dudo en ser su donante de células, ahora también estaba delicado, eso fue genuinamente admirable como cierto idiota. Lo señaló a él —también te pusiste creativo con "ese". 

La sonrisa siniestra de Orochimaru que estremecería a la mayoría solo produjo temblores en Sarada. —Puede ser. 

Tsunade sacó en limpio que no le iba a poder sacar la verdad a esta serpiente rastrera. —Solo déjame cuidar a este— estaba segura de tomar esa responsabilidad. 

—Haz como quieras. Te cobraré más tarde. 

La rubia frunció el ceño, le hizo un despreció. Cobrar, hablaba de cobrar, si iba a comenzar con eso, ella tenía mucho que cobrarle en la vida. Cuando Orochimaru salió de la sala, Tsunade llamó a Sarada, agitó la mano. 

—Ven a acá hija de Sakura— la llamó alegremente. —Te voy a pulir esa técnica tosca que tienes. 

Sarada abrió la boca sorprendida, bueno aprendería de la mejor —pero no tenemos un muñeco de practica. 

—¿De qué hablas? Tenemos dos en esta sala.

La amplia sonrisa llena de confianza de Tsunade la puso de buen humor, extendió sus manos y su chakra se volvió verde ante la atenta mirada de la sanin. Dicha sonrisa más tarde le recordó a la de su amigo, esa la que le gustaba ver, no la que usaba cuando mentía descaradamente.

La Uchiha al cabo de unas horas fue a la aldea a informar que debido a un incidente, Mitsuki esta fuera de forma y mientras estaba recuperándose en los laboratorios de Orochimaru bajo la inspección de Tsunade, la quinta. El séptimo recibió su informe y le aseguro que no habían problemas al respecto, gracias a la expertis de ambos un retrasos de dos o tres días no harán la una diferencia sustancial en la misión. 

Mi segunda opción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora