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La sorpresa. 

Finalmente la pareja decidió ir con Orochimaru. Mitsuki esperaba en verdad que no fuese nada grave. 

Cuando estaban llegando alcanzaron a ver a Sasuke entrando al laboratorio, no se apresuraron pero les pareció curioso. 

—Quizás papá tiene problemas con su brazo— Sarada dijo encontrando una respuesta lógica al problema.

Mitsuki también espero que ese fuese el caso. Alguna falla o una revisión rutinaria de su brazo implantado. Su padre era minusioso así no dejaria que un trabajo bien hecho tenga algún desperfecto mientras aun sentia interés en él. 

Como Karin, Suigetsu y Juzo estaban trabajando en el aldea, el laboratorio se sentía un poco vacio. La vigilancia era un poco más estricta debido a las indicaciones de Shikamaru. Lo que estaba bastante bien, Mitsuki consideraba esto encomiable, su padre necesitaba que siempre le estuvieran echando un ojo. Además su apariencia juvenil y la deliberada inclusión a la Quinta en su "accidente" solo eran alarmas de que él estaba metendo sus manos en algun extraño plan o trabajo. 

Al haber menos personas trabajando dentro, no se toparon con nadie en los pasillos, y Sasuke no estaba a la vista. 

Ni Sasuke ni Orochimaru, los dos chicos se impacientaron. 

Sarada caminó apretando el agarre, la mano de Mitsuki sufrió. El albino le indicó que estaban cerca de la habitación de su hermano mayor, iría a preguntarle si sabia de alguna novedad para no llevarse una ingrata sorpresa. 

—¿Es por aquí?— La curiosidad de Sarada suavizo sus nervios y la mantuvo expectante y curiosa.

—Si, dejame ver que este en condiciones— cuando dijo esto Sarada se puso detrás de él. 

Sarada espero afuera, la habitación donde entró Mitsuki no se escuchó ningun sonido pero de la nada salió un albino con una cicatriz en la cara. Olía a tabaco y a sake muy reciente, la miró como si no pudiera creerlo. 

—¿Eres mi cuñada?— Fue lo primero que pronunció. —¿Eres real?

Sarada asintió y escuchó el sonido de una patada en seguida lo vio frotarse la pierna. 

—Lo siento, soy Rogu— Abrió por completo la puerta, la invitó a pasar. Mitsuki estaba teclando algo en un panel y pronto el aire viciado y lleno de humo fue absorvido por una escotilla de ventilación. 

—Soy Sarada... 

—Si, eres la niña Uchiha. Me acuerdo de ti, del mismo equipo de mi hermanito— Rogu, poseía "casi" las mismas facciones que Mitsuki, su rostro se via un poco más tosco, su nariz era más guesa y accidentada y como era mucho más serio, al no tener una sonrisa pintada en la cara tenía una expresión dura. 

Se notaba que era mayor a simple vista. 

La palabra hermanito sonó ecléctica cuando la dijo, además no concordaba con la imagen que proyectaba Mitsuki quien más tenía la actitud de un hijo único e independiente, como si fuera poco Mitsuki era más alto que su hermano. 

Sarada se concentro en encontrar diferencias ya que se veían de lejos parecía que estaba viendo doble. —Veo, que estuviste al pendiente de tu hermano. Eso es lindo.

—Me gusta mi hermano— Rogu se subió a la mesa de trabajo que tenía un montón de documentos haciendo un desastre. 

Mitsuki había estado husmeando allí, —¿En qué esta trabajando papá?— esto lo hizo deliberadamente para que no leyerá demás.

Rogu por la costumbre sacó un cigarro pero cuando su vista fue a parar en el estómago pronunciado de Sarada lo arrugó. Por eso su hermano le arrebato su tabaco antes de saludarlo siquiera. Le apuntó una silla a Sarada —¿No te duelen los pies? ¿Ya estas a termino?

Mi segunda opción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora