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Dignidad. 

El equipo siete retrasó tanto como pudo hacer el misiones en su conjunto total. Salieron cada uno por su parte, o en duos a hacer trabajos y claramente Sarada y Boruto no fueron nunca una de esas combinaciones. Los jóvenes no se querían cerca mutuamente por diferentes y obvias razones. 

Boruto estaba amenazado por todos lados y consideró negligente para su nueva relación acercarse a Sarada. 

En cambio Sarada no lo quería cerca no por odio o resentimiento, si no porque la herida se encontraba muy fresca. Podría recaer por debilidad si se le acercaba demasiado pronto. 

—Todo saldrá bien—. La fuerza que le brindaba su amigo era vital en este punto. Volvió a ser su mejor aliado.

—Eso quiero— recargó su cabeza en su hombro. 

Llenos de polvo y rasguños ingresaron a la aldea. Su misión duró casi dos semanas, Sarada terminó de ordenar el reporte y documentar, se lo entregó a Mitsuki en sus manos para que él revisará pero el chico se adelantó. —Lo iré a dejar. 

La Uchiha lo tomó del brazo, esa no fue su intención. 

—Deja que yo lo haga y ve a casa— intentaba que Boruto no se topará con ella, ya que Kawaki y Boruto salieron a otra misión también deberían de estar por llegar, o ya deberían estar en el edificio del Hokage. 

Ella se tomó el brazo hasta que le brillaron sus ojos onix. —¿Te parece si primero paso por mi casa y luego preparo un gran almuerzo para los dos? 

—Me parece excelente. 

Los dos se alejaron a paso taimado a sus respectivos destinos. 

Mitsuki le entregó la documentación a Suika Kannonji, ella reviso diligentemente los detalles de la misión realizada. —Buen trabajo— dijo antes de terminar de leerlo todo. —¿Cuándo el equipo siete estará disponible para una nueva misión?  

—¿Podemos hacerlo en parejas como ahora?— No iba a ceder.

—No. Necesito a los cuatro, incluido Kawaki. 

—Eso no será posible— negó de inmediato. 

—Cualquiera que sea vuestro problema deben de ser completamente profesionales y solucionarlo o hacer de todas formas la misión. 

Mitsuki ladeó la cabeza —con Sarada podemos hacer encargos para jounin. Solos sin ningún problema.

La mujer de cabello rubio rosado con temperamento amable, ya estaba perdiendo la paciencia. No esperaba esta negativa persistente, lo mismo pasaba con la otra pareja del equipo siete, Boruto y Kawaki. 


Boruto entrando a la aldea lanzó la pregunta que lo estaba carcomiendo a su hermano adoptivo. —¿Cómo esta Mitsuki? ¿Te has juntado con él? ¿Con cuanta frecuencia salen a jugar?— Se convenció que quería arreglar las cosas con él.

El moreno de enorme estatura arqueó una ceja. —¿Te preocupa Mitsuki o con quien ha estado? 

—Los dos— admitió el rubio. 

—Nos juntamos casi a diario— no era muy difícil de admitir, ellos eran amigos, se llevaban bien. Mitsuki lo entendía y comprendía, sabia ver las cosas desde su punto de vista. Además el padre de Mitsuki se volvió su médico. Entre ellos guardaban bastantes secretos de si mismos. —Por la tarde vamos con Shikadai, jugamos algo, hincamos el codo o salimos los tres a algún lugar. No me digas que de pronto te molesta que te este ignorando. 

Mi segunda opción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora