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OHM

Llevaba varias semanas notando a Nanon un tanto extraño.

Su mirada estaba perdida, las sonrisas y los gritos entusiastas que lo caracterizaban, los había cambiado por ojeras y momentos de silencio profundo. Ya me había acercado a él en repetidas ocasiones para intentar ayudarlo y ofrecerle mi compañía, si este la necesitaba.

Yo lo quería mucho más de lo que me gustaba admitir y no me gustaba para nada verlo tan decaído.




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Estábamos en un bar con Tay y New, pues al igual que yo, ellos también habían notado que algo raro estaba pasando con Nanon. Sin darme cuenta me quedo observando atentamente sus movimientos, él luce tan distraído, como si el mundo que tenemos a nuestro alrededor no existiera. De repente siento como sus ojos me contestan la mirada. Veo como hace un gesto para hablar, pero vuelve a cerrar la boca, como si se hubiera arrepentido de lo que me iba a decir. Y vuelvo a preguntarle lo que llevo semanas haciendo.

— ¿Non estás bien?

Y como era de esperarse obtenía la misma respuesta de siempre.

— Sí, estoy bien. No me pasa nada.

Me dolía tanto verlo así. Algo le pasaba. Sus ojos vidriosos por las lágrimas que estaban conteniendo comprobaban que Nanon no era el mismo de hace unos meses, algo le estaba sucediendo. Yo lo conocía mejor que nadie y me hacía sentir muy impotente no poder hacer más por él.

No podía evitar mirar cada uno de sus movimientos por el rabillo del ojo. Su nerviosismo era evidente, como si se sintiera amenazado, no dejaba de mover sus manos y volteaba hacia los lados de manera constante. Yo intentaba mirar hacia donde él volteaba para hacerme una idea de lo que quería encontrar, pero lo único que estaba logrando era marearme.

— Oye bonito, ¿seguro qué estas bien?

— Si, Ohm, ¿por qué lo preguntas?

— Estas muy pálido, creo que estas sudando, ¿Te sientes enfermo?

— Que no Ohm, estoy perfectamente bien, vamos a tomarnos otra ronda, yo invito — esa risa y alegría exagerada que sacaba cuando mis preguntas se tornaban seria por la preocupación que me hacía sentir, me descolocaban. Al principio logro que me creyera que no le pasaba nada, después de todo Korapat Kirdpan es un increíble actor, pero ya va más del mes que sigue con la misma actitud.

Pasaba todo el tiempo conmigo en mi departamento y para ser sincero no era algo que me molestara, después de todo nos queríamos, no habíamos llegado todavía a saber exactamente de qué manera, pero éramos conscientes que algo pasaba entre los dos.

Las tardes de risas y bromas, habían cesado, su compañía la sentía pausada, ausente. Él estaba conmigo, pues no quería estar solo. Notaba su necesidad porque alguien lo acompañara, y quien mejor que yo para cumplir ese papel. Me encantaba cuidarlo.

Vivía entre mis paredes, pero lo sentía a kilómetros de mí.

Quería ayudarlo, pero me desesperaba no saber a lo que me estaba enfrentando. 





DANI

Sin luz || OhmNanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora