OHM
Nanon se dio cuenta que estaba tardando demasiado el acomodar mis cabellos y rasurar la pequeña barba molesta que me salía en algunas partes específicas del rostro. Me resultó gracioso que me apurara, diciendo que mi método de retrasar lo inevitable estaba siendo muy infantil.
En fin, luego de que ya no me quedaron más excusas no me quedo de otra que dejar a Nanon a cargo de la casa.
Apenas salí del departamento y esa sensación de nerviosismo comenzó a invadirme el cuerpo entero, y fue entonces cuando me di cuenta de que esto sería más difícil de lo que pensaba.
Ni siquiera disfrute mi primera salida al aire libre después de tanto tiempo. Pare el primer taxi que vi, y le indique la dirección del departamento de Nanon, quería acabar con esta tortura lo antes posible. Ya hasta me estaba planteando el no comprar nada de comida, pero en serio la despensa se había acabado y si no llevaba nada para alimentarnos eventualmente tendría que volver a salir.
Pasaban y pasaban los minutos y esta sensación de intranquilidad no se iba.
Intenté respirar con calma, mirando por la ventanilla del taxi, pensando amargamente, si había aguantado más de un mes sin saber nada de Nanon, podía resistir una hora sin saber si estaba bien estando solo en mi casa.
Luego de unos minutos llegamos a la zona en la que vivía Nanon. Le pagué al taxista casi tarándole el dinero en la mano, y me bajé apresurado caminando hacia el edificio. El piso de Nanon se encontraba en uno de los niveles más altos, pero estaba tan apurado que ni me di cuenta del recorrido y llegué más rápido que lo que mi mente pudo procesar. Entre con la copia de la llave que tenía y cerré la puerta tras de mí más fuerte de lo que había calculado mi cerebro. De alguna forma, aquel sonido de la puerta impactando con fuerza logro despertarme de mi ansiedad y me di cuenta de que mi respiración estaba bastante agitada.
Me pasé la mano por el rostro.
— Cálmate — me reproché cansado.
Cuando logre regular mi nerviosismo camine con más calma por el departamento, intentando no recordar los hechos desagradables que viví la última vez que vine.
Caminé hasta el cuarto de Nanon y me encontré con su armario. Tomé un bolso que estaba dentro del mismo y puse todo lo que necesitaba para que mi bonito se vistiera.
A medida que iba guardando la ropa me sorprendí al reconocer la mayor parte de las prendas. Es decir... Era un poco extraño como mi mente sabía hasta cuales calcetines le serían más cómodos. Otra ropa me hacía sonreír de lado, porque me recordaba momentos pasados... Momentos que vivimos juntos y al parecer mi cerebro no estaba dispuesto a dejar ir.
Acomodé lo que no iba a llevarme en su lugar y me dispuse a seguir mi camino a la siguiente parada.
Apenas salí del edificio, comencé a andar con más tranquilidad, mi nerviosismo inicial ya había menguado por lo que me sentía más tranquilo.
Entré al supermercado recorriendo los pasillos decidiendo que cosas me apetecían llevar para alimentarnos el tiempo que fuera necesario. Recordé que a Nanon le gusta mucho la carne y el queso por lo que fue de las primeras cosas que metí en el carrito. Después de eso me fui directamente al área de comida congelada, pues pensaba que iba a ser mucho más practico tener comida preparado fácil de usar cuando se necesitara.
Ya tenía más de una hora fuera de mi departamento por lo que me pareció buena idea llamar a Non para que la poca intranquilidad que quedaba en mi sistema desapareciera por completo.
Después de tres timbrazos su voz tierna me contesto por el otro lado de la línea.
— No ha pasado ni una hora, Ohm. Estoy bien.
— Te llamo porque ya te extrañaba.
— Sí, claro... — fingió su voz para darle énfasis a la expresión de incredibilidad.
— Tienes razón bonito, ya estoy a punto de terminar las compras. En un momento nos vemos.
— Te amo — dijo sorprendiéndome.
— Te amo también Nanon.
Y colgó el teléfono dejándome con una estúpida sonrisa en el rostro.
NANON
Al finalizar la llamada con Ohm comencé a sentirme extrañamente mareado.
Me senté en el sofá, por el increíble bajón que había sentido en todo mi cuerpo. No quería desmayarme y caer al suelo, por lo que decidí que me iba a quedar sentado hasta que Ohm volviera, después de todo ya venía para acá, no podía tardar demasiado.
Me puse a ver la televisión, intentando calmar mentalmente mi corazón ansioso. No entendía porque de un momento a otro me latía el pecho con tanta fuerza. Como si quisiera avisarme sobre algo que sucedería, como una ansiedad anticipada. Yo no tenía miedo, no había razón para tenerlo. Después de todo Nitcha había cumplido el trato, ya tenía poco más de dos semanas en las que se había ido.
OHM
Para cuando quise darme cuenta ya estaba arriba del bus con el par de bolsas con comida y la maleta de ropa de Nanon. Era una hora bastante tranquilo por lo que los vagones no estaban para nada concurridos. Puse mis audífonos en mis oídos intentando relajar los 40 minutos que tenia de camino hasta llegar a la estación que me llevaría a las calles de mi departamento.
Hubiera preferido tomar un taxi para regresar. Pero las compras se me habían ido un poco de las manos y sin darme cuenta me había quedado sin efectivo. Por lo que el viaje en metro fue mi única opción.
Los minutos siguieron pasando y sin remedio las finas gotas de lluvia que empezaron a caer por la ventana me trasladaron a un letargo profundo, la música en mis oídos comenzó a arrullarme... Eran tantos los días que llevaba sin dormir como corresponde que el desenlace de esta situación era bastante obvio.
Me quedé dormido... Profundamente dormido.
Tan así, que me pase la estación en la cual me correspondía bajar...
Yo estaba en el mundo de los sueños, ajeno a lo que estaba a punto de suceder...
DANI ✨
ESTÁS LEYENDO
Sin luz || OhmNanon
FanfictionAmar te marca. Te hace dejar a un lado tu egoísmo y entregar tu corazón a otra persona. Exponerte a tal grado de darle el poder de curarte y dañarte sin contemplaciones. Amar es sacrificio, es creer en lo que nadie cree. Es querer proteger a la otra...