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NANON

Miré la cuchilla que ahora se encontraba en mi mano derecha.

Hice un corte profundo en mis venas, sin pensármelo demasiado, sintiendo el ardor implacable que arraso con electricidad mi brazo entero.

No podía ver otra cosa que no fuera sangre frente a mis ojos.

Caí de rodillas al suelo como si las pocas fuerzas que me quedaban estuvieran abandonando mi cuerpo con cada gota de sangre que salía del mismo. Me recosté con la mayor delicadeza posible intentando tomar una posición cómoda para morir.

Nitcha está parada frente a mí con una sonrisa en los labios. Ha conseguido su objetivo, estoy muriendo, estoy tomando su lugar.

Una vida por otra vida. Yo moriré, pero Ohm volverá.

En eso. Un golpe de realidad me trae de vuelta al aquí y al ahora. Las gotas de sangre siguen saliendo de mi cuerpo e irremediablemente no pararan de salir.

Escucho a lo lejos como la puerta de la casa se abre de par en par, el sonido de las llaves golpeando sobre la mesa llaman mi atención. Los ojos se me cierran por la debilidad que estoy sintiendo, pero me aferro esperanzado a ver quién entra por la puerta.

Levanto un poco mi rostro en un intento por comprobar que todo ha valido la pena. Que Nitcha cumplió su trato y que Ohm está de vuelta. Que lo hizo volver de la muerte. Que estará aquí, aunque no sea conmigo.

Mis parpados empiezan a pesar demasiado, estoy luchando por mantenerlos abiertos, pero me cuenta mucho más con cada segundo que pasa.

Escucho unos pasos acercándose. El momento de la verdad ha llegado. Lo que tanto estoy deseoso por saber antes de morir estoy a punto de descubrirlo.

Veo el rostro del chico más lindo que conozco entrar a la habitación. Es él. Su cara se deforma al verme tirado en el suelo cubierto de sangre. Y no es para menos, creo que es una imagen bastante perturbadora.

Noto como de sus manos se resbalan las bolsas de super que traía en ellas. Y corre desesperado hacia donde yo estoy.

— ¿Que paso? ¡No, no, no! — empieza a lamentarse, empieza a llorar. Mi sangre empieza a cubrir sus manos, su ropa.

Yo no puedo contestarle. Ya no tengo fuerzas para hacerlo.

— ¿Ohm que paso? ¿Qué hiciste?




¿OHM?


Porque me llama por su nombre.

Yo no soy Ohm, yo soy Nanon.

Mis ojos comienzan a cerrarse. La angustia de su rostro me desconcierta, pero que me esté llamando por su nombre lo hace aún más.

Escucho como pide una ambulancia de manera desesperada pensando que podrá salvarme. Pero no será así. El trato ya está hecho. Si él volvía yo me tenía que ir.

— ¿Sí? Necesito una ambulancia por favor. ¡Es urgente! — escucho que le grita al celular con desesperación. Siento como su mano aprieta mi muñeca, en un intento por frenar los chorros de sangre que salen de ella. Comienza a dar su dirección... Me parece tierno que él crea que va a poder salvarme — Mi nombre es Korapat Kirdpan.

Estoy alucinando. Seguramente lo estoy haciendo. Primero me llama por su nombre y ahora usa el mío para identificarse.

No entiendo nada. Y no me esfuerzo demasiado en hacerlo. Mis ojos se cierran definitivamente. Aunque aún logro escuchar lo que pasa a mi alrededor.

Sin luz || OhmNanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora