36

216 34 40
                                    

NANON

"No le creas..."

"Sabes bien que es imposible..."

"Solo está contigo por pena..."

"Piensa que estas loco, Nanon..."

"Todos lo pensaran si confías..."

La cantidad de veces que quise decirle que parara de hablarme. La cantidad de veces que lloré en soledad porque no se callaba. La cantidad de veces que ella había susurrado palabras horribles sobre Ohm en mi oído.

La cantidad de veces que yo... Le había creído.

— Mientes — susurré temblando en mi lugar, sin poder sacarle los ojos de encima a su rostro preocupado. Ohm seguía observándome atentamente, casi parecía estar buscando la mentira en mi mirada. Pero nada de lo que yo había escrito en esa libreta era mentira. Desearía con todas mis fuerzas que así fuera, desearía poder reírme en su cara llena de espanto y burlarme de su ingenuidad al creer una historia tan irreal que yo le había contado con letras de papel y lápiz.

Pero todo era verdad. Cada una de esas horribles vivencias era cierta. Y estaba seguro que mi desesperación podría notarse a kilómetros de distancia.

Ohm elevo una mano hacia mí, como si quisiera calmarme. Como si temiera a que yo explotara en cualquier momento... Y de alguna manera me sentía así, a punto de explotar.

— Non...

— Si no me crees — le interrumpí frunciendo el ceño —... Dímelo, pero no me mientas, no te atrevas a mentirme.

— No miento — aseguró serenamente. Sabía que lo hacia para no alterarme — Yo... También he vivido y percibido cosas extrañas. Todas cuando estaba a tu lado — Confesó, sorprendiéndome. — Al principio pensé que eran cosas mías he intente ignorarlas, pero... Ahora después de leer esto... — sus ojos se desviaron de los míos y se clavaron en la libreta que sostenía entre sus manos — Ahora estoy casi seguro que esto no es algo normal. Te creo Nanon... Y te creería a pasar de no haber percibido nada extraño a mí alrededor. Te creo porque puedo ver que dices la verdad. Pero... Necesito que comprendas que necesito un poco de tiempo para asimilar todo esto ¿si me entiendes? — terminó de preguntar mirando hacia mí con sus brillantes ojos azabache.

Pestañeé emocionado. Intentando controlar el gran nudo que se estaba formando en mi garganta.

Últimamente lloraba todo el tiempo. Me había convertido en un ser patético que no podía pasar un día sin derramas lagrimas. Pero todo lo que me estaba ocurriendo. Todo lo que tenía en mi mente y sobre mis hombros... Era demasiado para mí.

Pero en ese momento; en ese momento en el que Ohm me aseguro que me creía y que me apoyaba... Sentí que seria casi imposible no derramar lagrimas. Aunque estas serian de emoción, porque él me creía. Estaba a mí lado, Ohm me ayudaría. Me ayudaría a salir de todo esto.

— ¿Y ahora por qué llorar? — se aproximó hacia mí, sentando a un lado en la cama. Parecía cansado de verme sollozar y yo no pude hacer más que sentirme avergonzado y estúpido. Uno de sus brazos protectores rodeo mi hombre y mi cabeza termino apoyada cerca de su cuello.

— Nada... Nada, es que... — sorbí por mi nariz. Intentando controlar mi respiración entre cortada por el llanto — Pensé que no me creerías.

— Creo que te conozco lo suficiente para saber cuando finges y para darme cuenta cuando en verdad tienes miedo.

— Lo se pero aun así...

— Ya no importa — apoyando su mentón en mi cabeza. Acción que me hizo ponerme nervioso al instante.

Sin luz || OhmNanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora