OHM
Y entonces lo hice. Hice lo que tendría que haber hecho desde que sus ojos perdieron el brillo y su sonrisa desapareció por completo. Ya no iba a retroceder porque tenía la decisión firmemente tomada. Era la única manera, no podía haber otra más efectiva que esta, estaba seguro.
— ¡No! ¡No! ¡No! ¡Para ya! — gritó con voz chillona, alarmado. Y luego comenzó a carcajearse.
Sonreí al fin al escuchar aquella risa aguda y desquiciada que tan contagiosa podía llegar a ser, y aumenté las cosquillas rápidas en su barriga inquieta. Él sin dejar de reír, intentó pegarme con sus piernas en un intento desesperado por liberarse, pero mis propias piernas lo tenían atrapado. Sostuve con una mano sus dos delgadas muñecas sobre su cabeza y a la otra la sumergí debajo de su camiseta para tocar sus costillas con movimientos disparejos y algo bruscos. Haciéndole inmensas cosquillas en su punto débil.
— ¡No Ohm! ¡Para ya por favor! — reía sin control, agitándose debajo de mí. Comencé a carcajearme con él, contagiado por su risa casi sin sonido, y subí las cosquillas a casi debajo de sus axilas, haciendo que sus ojos soltaras las lágrimas retenidas — ¡Para por favor! ¡¡Ohm!!
— ¡No quiero! — reí con él sin dejar de producirle cosquillas sobre la piel pálida. Me permití deleitarme con sus labios abiertos curvados en una sonrisa forzada y temblorosa, y aunque no fuera del todo sincera, para mí era lo más aliviante de ver después de tanta mierda seguida. Era en verdad un consuelo verlo reír, hasta sentía ganas de decir que quería verlo así toda la vida.
Sin embargo cuando me di cuenta que se estaba comenzando a quedar sin aire, dejé de presionar mis dedos contras su piel y aflojé el agarre en sus muñecas y piernas. Él suspiró dejándose caer en el colchón, respirando agotado, soltando unas pequeñas risas menos desquiciadas, pero igual de duraderas. No borró su sonrisa en ningún momento, cosa que me hizo sonreír a mí también.
— Estaba cansado de verte tan triste — admití sonriéndole, recibiendo una sonrisa de vuelta que no duro demasiado.
— Estoy en la mierda Ohm, y no quiero que te metas conmigo a este lugar tan obscuro. No más de lo que ya estas.
— ¿Por qué te esfuerzas en quitarme del medio? — pregunté, negando con la cabeza — Antes tú solo deseabas que permaneciera a tu lado, que no te abandonara, que te acompañara a donde fueras... Y yo accedí a estar junto a ti. Tal vez tardé en decidirme, pero al final me di cuenta de que aunque no lo quisiera tú siempre permanecerías cerca de mí. Y eso se debe a que no puedo sacarte de mi mente. No puedo.
No supe de donde salió aquello, pero había salido. Había salido de mis labios antes de que hubiera podido percatarme de ellos. Y él lo había escuchado.
Pestañeó suavemente como si no pudiera creer lo que acababa de decirle. Desvió su mirada de mí hacia un lado de manera nerviosa, se veía muy gracioso así, debajo de mí, atrapado en esta posición tan comprometedora en la que nos encontrábamos, pero en la que me sentía totalmente cómodo. Su piel se coloreo un poco y aquello extrañamente me alegro.
— Ohm... — murmuró volviendo sus ojos a los míos — Necesito... Que te alejes de mí... En verdad lo necesito.
— No — negué sonriendo. Un impulso me hizo recostar todo mi cuerpo a lado del suyo y llevar mi mano hacia su cabello comenzando a peinar sus cabellos desordenados. No entendía que me estaba pasando simplemente me estaba dejando llevar. Era tan agradable...
— ¿No entiendes que me estás haciendo daño? — susurró ya sin su tierna sonrisa en los labios — Más del que incluso... Ella me ha hecho.
— ¿Por qué? No entiendo.
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Sin luz || OhmNanon
FanfictionAmar te marca. Te hace dejar a un lado tu egoísmo y entregar tu corazón a otra persona. Exponerte a tal grado de darle el poder de curarte y dañarte sin contemplaciones. Amar es sacrificio, es creer en lo que nadie cree. Es querer proteger a la otra...