OHM
Cuando mis parpados se abrieron levemente, tardé unos segundos en comprender el lugar exacto en el que me encontraba. No entendía porque no veía nada más que obscuridad, pero cuando giré un poco mis pupilas a la izquierda logré divisar sutiles luces blancas que se alumbraban por el pasillo.
Entonces recordé todo, y me acurruqué aún más en el asiento, sin poder creer que aun fuera de noche. Seguramente faltarían varias horas para llegar a Ámsterdam, así que me dispuse a dormir un rato más.
Pero cuando giré en mi asiento, y me dispuse a cambiar de posición, mirando directamente hacia la ventanilla, mis ojos no captaron el cuerpo que debería de estar a mi lado. Fruncí el ceño al no ver a Nanon en su lugar. El asiento estaba vació, pero su abrigo estaba ahí desparramado en el respaldo.
Me incorporé lentamente, algo mareado y desconcertado. ¿Cómo había hecho Nanon para salir al pasillo del avión? Él estaba del lado de la ventana, así que tendría que haberme despertado para poder salir. Pero yo ni siquiera me había percatado de sus movimientos. Si que tenía el sueño pesado.
Rasque mis cabellos distraídamente mientras que con la otra mano me tallaba los ojos. Seguramente Non estaría en el baño, así que me senté correctamente en el asiento, y me dispuse a esperarlo para que pudiera sentarse en su lugar sin inconvenientes cuando volviera.
Suspiré y dirigí mi mirada hacia la ventanilla. El cielo obscuro se veía a través de ella, pero ya no había tantas estrellas como antes. Estaba seguro de que nunca había visto tantas luces en el cielo como hace unas horas, y algo me decía que tampoco volvería a hacerlo. Aquello había sido en verdad único. De esas cosas que rara vez se muestran ante nuestros ojos expectantes y logran que los latidos de tu corazón se aceleren.
— Últimamente tengo demasiados pensamientos estúpidos — susurré para mí mismo, masajeándome las sienes con frustración. Y es que era verdad. Mi mente parecía haber sido cambiada por la de algún poeta del antiguo mundo o yo qué sé. Pero no podía negar que muchos de esos pensamientos eran totalmente verdaderos. Y eso me asustaba, me asustaba mucho. Yo no era tonto, no era la primera vez que sentía cosas similares, pero tenía un cierto talento en hacerme el ciego en algunas situaciones.
Lo que había sucedido mientras mirábamos las estrellas era un claro ejemplo de... Enamoramiento. ¡Ah! ¿Para qué negarlo? Estaba comenzando a sentir cosas que de alguna manera quería reprimir ¿y qué mejor manera que haciéndome el ciego?... Quería callar esa vocecita en mi cabeza que me repetía una y otra vez que me gustaba Nanon. Quería hacer uso de mi talento, quería seguir haciéndome el ciego y el sordo si era posible. No estaba listo para hacerle frente a todo esto que empezaba a sentir.
Volví a suspirar y asomé mi cabeza hacia el asiento, mirando hacia atrás. Se escuchaban varios ronquidos profundos y bajos, cosa que confirmaba mis sospechas de que todos estaban durmiendo en el avión.
Volví mi mirada al frente, y llevé mis manos hacia el cinturón, desabrochándose al instante. No sé qué estaba haciendo Non, pero no me quedaría tranquilo esperando en mi asiento sin hacer nada. Era poco paciente, y Nanon ya se estaba tardando demasiado. Tal vez estaba en el baño y ya se le había trabado la puerta, esa clase de cosas siempre le pasaban en los peores momentos, el pobre solía tener muy mala suerte en situaciones como aquellas. Y yo como buen amigo, siempre estaría a su lado para carcajearme de su desgracia. Si... Era de lo mejor.
Me puse de pie y salí de mi lugar para luego encaminarme al pasillo. Comencé a caminar por este agarrándome de los asientos para no caerme por la pequeña turbulencia que se daba cada tanto. Apenas se miraba el suelo que pisaba ya que la obscuridad era bastante predominante. Las luces en el techo eran muy bajas y tenues, prácticamente inservibles. Las turbinas del avión se escuchaban como un ruido en mis orejas.
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Sin luz || OhmNanon
FanfictionAmar te marca. Te hace dejar a un lado tu egoísmo y entregar tu corazón a otra persona. Exponerte a tal grado de darle el poder de curarte y dañarte sin contemplaciones. Amar es sacrificio, es creer en lo que nadie cree. Es querer proteger a la otra...