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OHM

Abrí mis ojos lentamente, despertando de un agradable sueño profundo y calmo. Estaba recostado en el sofá, al parecer me había dormido viendo la película.

Sin embargo, cuando dirigí mis ojos entre cerrados al televisor descubrí que estaba apagado, lo cual me extrañó, no recordaba haber parado la película.

Fruncí el ceño, confundiéndome aún más al verme cubierto por una manta, yo no me había buscado abrigo anoche.

Me puse de pie lentamente estirando cada uno de mis huesos y suspiré mientras caminé hacia la puerta del baño. Intenté tardar el menos tiempo posible pues quería saber cómo seguían las cosas con Nanon.

Me dirigí nuevamente al salón y lo vi justo ahí. Nanon estaba sentado en el balcón del departamento, mirando hacia abajo con un cigarrillo entre sus dedos. Me tomó más tiempo de la cuenta asimilar los que mis ojos estaban viendo, no sabía que Non fumaba y verlo de esta manera me parecía totalmente ajeno a él. Su cabello estaba despeinado y su piel pálida como de costumbre. Aunque ahora las ojeras parecían haber desaparecido levemente, lo cual me alegró. Sonreí de lado, entendiendo que él me había cubierto con la manta y había apagado el televisor. Caminé hacia él, atravesando el cristal que me separaba del exterior.

— Buenos días — intenté inyectarle alegría a mi saludo por lo que le regalé la mejor sonrisa que logré conseguir. La lluvia no se había detenido, seguían cayendo finas gotas de agua y aunque unos graves truenos se escuchaban a lo lejos, la tormenta había cesado. Ahora el clima a pesar de tener matices grises era más agradable.

— Hola — saludó al expulsar todo el humo de su cigarro. Volteó para verme y me sonrió sinceramente, para luego volver a apoyarse en el borde del balcón con la mirada perdida en el horizonte. Palmeé su hombro amistosamente y me apoyó al igual que él, quedándome a su lado.

Teníamos que hablar. Aquello no era ninguna novedad. Las cosas que habían estado pasando en estos días habían sido jodidamente extrañas. Pero cuando volteé y lo vi con los labios entreabiertos para hablar me quedé embobado con su rostro tranquilo.

Aquellos misteriosos cortes en su mejilla y frente los cuales seguía sin tener idea de cómo se los había hecho estaban cubiertos con pequeñas gasas que supuse Than le había puesto cuando lo atendió. Pero aquello no quitaba de su rostro que se viera relajado y calmado y de alguna manera me pareció atractivo. Su mandíbula marcada, sus labios con ese color rosado que tanto me gustaba, sus largas pestañas enmarcando sus ojos, las imperfecciones faciales en su piel blanca, los pequeños vellos faciales en su mentón, su cabello negro con sus cabellos alborotados que se agitaban un poco por el viento que nos acariciaba el rostro...

Se me acelero el corazón de golpe y desvié mi mirada rápidamente, sin entender por qué reaccionaba de esta manera. Era Nanon, mi compañero, mi amigo, no había nada nuevo en él. ¿Entonces por qué ahora me atraía de esta manera aquel rostro que había visto millones de veces?

Volteé a verle disimuladamente una vez más. Y observé como llevaba aquel cigarro a sus labios y le daba una profunda calada, alejándolo luego de su boca y reteniendo el humo en su organismo, para después soltarle levemente hacia adelante, contaminando un poco más el frió aire de la ciudad.

No quería romper con esa tranquilidad que mostraba en su rostro, se había visto tan nervioso y tenso en los últimos meses, que ahora apreciar su semblante en calma me parecía una maravilla.

— He pensado en dejar de actuar por un tiempo — habló de repente con voz grave y seria, esa voz que pocos le habían escuchado — ¿Qué piensas?

— Yo... — dudé negando con la cabeza — No puedes hacer eso...

— La gente se da cuenta ¿sabes? — habló llevando el cigarro a sus labios una vez más — Ellos saben que no estoy bien — afirmó fijando sus ojos en el cielo nublado frente a nosotros.

— ¿No estas bien? — pregunté resignado, mirándole, aunque él no lo hiciera.

— No. No estoy bien — después de tanto tiempo negandolo, finalmente admitía aquello que yo sabía bien, aquello que quería escuchar de sus labios, pero que ahora me había aterrado. Nanon no estaba bien.

" ...A menos que creas en fantasmas, Nanon debería de ir a ver a un psiquiatra." Las palabras de Than retumbaban en mi cabeza.

— No soy un mono de circo del que tienen que estar pendiente todo el tiempo Ohm, entiendo que como mis fans están preocupados, pero empiezan a hacerme preguntas que me provocan más negatividad de la que necesito justo ahora. No quiero preocuparlos de más, no es sano, ni normal. Haré un en vivo diciendo que me iré una temporada a Amsterdam donde habían estado Chimon y Perth, mi mamá y mi abuela junto con mi hermana se fueron la semana pasada para allá, así que podremos estar todos juntos. Anunciaré todo como mis vacaciones.

Me quedé de piedra a su lado, mientras que él terminaba su cigarrillo con lentitud. Ahora entendía porque lucia tan relajado...

— ¿Te iras? — murmuré en un hilo de voz.

Volteo para verme y asintió en completo silencio.

— Necesito salir de aquí Ohm, necesito estar con mi familia — sus ojos aguados en lágrimas me miraban con mucha intensidad — Quiero cambiar de aires, mandar todas las obligaciones a la mierda por un rato.

— ¿Y yo donde quedo en ese plan? — mis ojos se estaban cristalizando, me sentía un idiota al darme cuenta de que esto me afectaba más de lo normal. Había pasado tanto tiempo a lado de Non, día y noche que... No verlo por un largo tiempo seria jodidamente raro y vació. No quería que se fuera. De pronto su dulce voz agrego una pregunto que hizo que mi mundo se detuviera por completo.

— ¿Quieres escapar conmigo Ohm?







DANI

Sin luz || OhmNanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora