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OHM

Tragué saliva al ver como todos abrazaban a Non. Dirigí disimuladamente mi mano hacia el bolsillo de mi amplio abrigo y saqué mi celular con pulso tembloroso.

No podía ser verdad. No podía ser tan estúpido.

Encendí la pantalla y observé la fecha debajo de los números que indicaban la hora.

18 de diciembre.

¡No jodas!

Me quedé viendo la pantalla con los ojos muy abiertos, sabía que era pésimo para recordar los cumpleaños, era algo bien sabido por todos. Pero aun así no podía dejar de sentirme mal por haber olvidado el cumpleaños de Nanon. Para mi estúpida cabeza no olvidar su cumpleaños había sido una excepción, hasta ahora.

¿18 de diciembre? Tan pronto, en qué momento habíamos llegado a este mes. Había tenido tantas cosas metidas en la cabeza que ni siquiera me había acordado del cumpleaños de la persona más especial para mí.

Levanté mi mirada nuevamente hacia Non, sintiendo mi estomago revolverse lleno de culpa. Él no había mencionado nada de su propio cumpleaños. Cuando sacamos los boletos de avión yo ni siquiera me percate que volaríamos un día antes de su día especial. ¿Y si él pensó que yo lo había hecho para que se rencontrara con su familia exactamente hoy? Joder... Soy la peor persona del mundo.

¿Y ahora que debía hacer? ¿Fingir indiferencia y comprarle un regalo a escondidas?... ¿¡Pero en qué momento!? Seguramente hoy me tendría todo el día aquí sin dejarme escapar. Además no tenía idea a donde ir para comprar algo. Estábamos en otro país, donde la mayoría de las personas hablaban holandés, estaba perdido.

— Ohm ¿vienes?... — una vez más la voz de la madre de Nanon me sacó de mis pensamientos. Asentí sonriéndole lo mejor que pude y comencé a caminar a su lado, mientras veía como los demás entraban en la casa hablando con Non... Seguramente de cosas relacionadas con su cumpleaños.

¡No jodan, soy un asco!

La casa se veía bastante acogedora. Un agradable aroma a comida caliente se coló por mis fosas nasales cuando atravesé la entrada, y aquello logró relajarme de alguna manera, llenando mi cuerpo helado poco a poco de calidez. El ambiente era totalmente familiar. Aunque éramos pocas personas en la casa se podía sentir la unión y el amor que se tenían.

Parecía que ya estaban listos para comer a pesar de que era bastante temprano. Observé como Nanon caminaba hacia mí con su maleta en mano.

— Vamos a dejar las cosas a la habitación — me dijo cuando paso frente a mí. Asentí, sin verme capaz de hablarle por la vergüenza que sentía al haber olvidado su cumpleaños.

Tonto, tonto, tonto Ohm, eres un tonto.

Mientras subíamos las escaleras hacia el cuarto escuché como el celular de Non comenzó a sonar. Observé como él lo sacaba del bolsillo y luego una sonrisa ladeada se formó en sus labios mientras que lo llevaba a su oreja con entusiasmo.

— ¡Hey! — saludó luego de atender la llamada. Se quedó unos segundos en silencio mientras que la sonrisa en su rostro no hacía más que crecer. Y eso me hacía sonreír a mí también de manera inconsciente. Verlo feliz después de todo lo que habíamos pasado era... gratificante — Son unos tontos... — rio sin dejar de subir las escaleras, yo escuchaba atentamente detrás de él. — Sí, sí, hemos llegado ya, hace bastante frío... Sí, que sí Chimon muchas gracias por llamar, agradécele a Perth también que me hayan cantado en la oreja... Coman pastel por mí — rio una vez más y luego cortó la llamada negando divertido — Te mandan saludos — dijo luego mirándome de reojo.

— Gracias — contesté susurrando con un enorme nudo en la garganta. Todos lo había felicitado ya, era el único que seguía sin decirle nada — Emm... F-Feliz cumpleaños — murmuré patéticamente con la mirada clavada en el suelo.

— Así que al fin te acordaste — suspiró riendo para sí mismo en un tono bajo.

— L-Lo siento... Yo... Soy tonto Non, estaba tan metido en otro asunto que simplemente se me paso la fecha — fui sincero con él, pero a pesar de eso seguía sintiéndome con la peor persona del universo y bien merecido me lo tenía.

Él no contestó. Solo me brindó una sonrisa divertida mientras llegábamos al segundo piso de la casa. Ya que había pocos cuartos tendríamos que dormir en la misma habitación, lo cual me aliviaba un poco porque sabía que me sentiría incomodo durmiendo solo en una caja ajena.

— Bienvenido a nuestra morada por algunos meses — dijo mientras abría alguna de las puertas del largo pasillo donde ahora nos encontrábamos. Reí por la presentación y luego entre al lugar con mi maleta, mirando todo de manera curiosa.

Nos quedamos mirando con amplias sonrisas en nuestro rostro, él apoyado en el mueble que sostenía el ordenador y yo sentado en la cama. Y a medida que mi corazón se aceleraba al ver sus ojos brillar, me sentía tonto por estar sintiendo tantas cosas por Nanon. El miedo que me daba estarme enamorando de él me hacía querer salir corriendo.

— Lamento... — comencé a decir para romper el hielo — ...El haberme olvidado de tu cumpleaños — no podía dejar de sentir la culpa recorriendo mis extremidades.

— Ya olvídalo Ohm, creo que has hecho demasiadas cosas por mí todo este tiempo, no necesito un regalo materia de tu parte, con que estés aquí conmigo es más que suficiente — sentí mis mejillas algo calientes al oírlo decir aquello.

— De acuerdo, pero aun así tengo que hacerte un regalo — lo pensé un momento — ¡Ya se!, te invito a cenar — dije convencido y orgulloso de mi decisión.

— ¿Una cena? O sea que... ¿sería como una cita? — insinuó sonriendo con picarda.

— No... Será solo una simple e inocente cena de amigos — establecí riendo algo nervioso. ¿Cómo le era tan fácil bromear con cosas así siendo que hace algunas semanas nos habíamos besado?

— Que aburrido — bufó sentándose a mi lado en la cama — Pero esté bien, aceptaré tu invitación Ohm.

— De acuerdo, pero entre los dos vamos a buscar el restaurante y la reservación, porque no tengo ni idea de los lugares que hay aquí. A parte cuando hablo inglés siempre me trabo.

Y eso bastó para que estallara en carcajada a mi lado. Reí con él ambos sentados en la cama mientras negábamos con la cabeza. No teníamos remedio, nos encantaba reír de cualquier cosa, tal vez por eso nos habíamos llevado tan bien desde que nos conocimos. Era muy fácil divertirme con él, no me aburría a su lado. Y aunque últimamente hayamos pasado por momentos tensos e incómodos estaba seguro de que íbamos a lograr superarlos. Estaría tranquilo con él a mi lado de eso no tenía duda.

— ¿Sabes? — dijo dejando salir las ultimas risas restantes — Creo... Que una cervezas y pizza bastaran.

Sonreí... Me había leído la mente.








Ya hacía falta algo de calma después de tanto problema aquí jajaja.

Amigues, mañana Dani se hace un año más vieja :c


DANI

Sin luz || OhmNanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora