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OHM

Acababa de ver el live que había hecho Nanon desde su casa donde anunciaba sus vacaciones familiares a Ámsterdam. Estaba seguro de que los fans estaban muy desconcertados por lo que les había anunciado pero de alguna manera él había intentado hacer esta despedida momentánea un poco más cercana, siendo él mismo el que se los dijera y no que se enteraran por los medios o algo del estilo.

Tenía más de diez minutos intentando comunicarme con Nanon, desde que se desconectó de Instagram y sigo sin respuesta. Ya lo había llamado cinco veces, comenzaba a pensar que tal vez se había quedado dormido o estaba preparando sus maletas para el viaje, pero no le costaba nada mandarnos un mensaje diciéndome que estaba ocupado.

Marque su número una vez más. Mi pie derecho golpeaba repetidas veces el suelo y mi mano hacia los mismos movimientos ansiosos sobre el colchón en el que estaba sentado.

Un tono.

Dos tonos.

Tres tonos.

Cuatro tonos.

Cinco...

¡Mierda!

Lance el teléfono lejos de mi cuerpo al escuchar la molesta voz de la operadora una vez más, diciéndome que al número al que llamaba no estaba disponible. Quería arreglar las cosas con Nanon, pero él no se dignaba a contestarme. Se iba a ir en unos días y él no tenía tiempo de contestar mis llamadas, se estaba alejando de mí y ni siquiera se había ido.

Suspire intentando relajarme. En verdad me enojaba mucho que me ignorara, pero tenía que centrarme y dejar de pensar en estupideces. Él debía de tener una buena razón para no hacerme caso. Sí. Tenía que haber una buena razón... Y es que antes era Nanon él que me llamaba todas las noches no yo. Pero ahora estaba aquí, sentado en la cama, recién duchado y levantado, listo para un día productivo en familia. ¿Productivo?... Lo único productivo que había hecho era comerme el cerebro en decidir si seguir insistiendo con las llamadas o no.

En ese momento la melodía de mi celular comenzó a sonar. Desesperado y sobresaltado comencé a buscarlo por la habitación. Definitivamente aquella mañana me había levantado con el pie izquierdo.

Lo encontré debajo del escritorio y agradecí que la pantalla táctil no estuviera rota. Pero al ver quien me llamaba fruncí el ceño totalmente decepcionado.

— New — contesté poniéndome de pie y despeinándome el cabello distraídamente. Miré por la ventana viendo como los restos de la lluvia de anoche aun obscurecían el ambiente.

— Ohm ¿Has visto el live de Non verdad?

— Em... Sí. ¿Pasa algo?

— ¿Qué si pasa algo? Eres tonto ¿o qué? ¡Nanon se va a ir a Ámsterdam!

— Ya lo sé, joder — mi frustración por recordar el tema era palpable.

— ¿No se supone que tú estabas con él? Si se va es porque algo malo debió de haberle sucedido. Yo no me creo ese cuento de que lo hace por tomarse unas vacaciones.

— Pues créelo, New. Nanon se va porque necesita otros aires, y yo estoy de acuerdo con él. Creo que le hará bien alejarse de todo por un tiempo — yo tampoco que me creía que Non había decidido irse solo por unas "vacaciones", sabía que había algo que él le temía. Algo que le estaba haciendo dormir mal y comer menos.

"Tengo miedo Ohm"

"No estoy bien"

"Si te dijera lo que me aterra... No me creerías. No quiero mentirte, pero ni siquiera sé si mi verdad es... Verdadera"

Aun recordaba sus palabras angustiadas y confusas, esas que él me decía con voz quebrada y lágrimas en los ojos. Ese "algo" al que le temía, había causado un drástico cambio en su actitud. Aunque por suerte, no se había llevado por completo al Non que yo conocía.

Pero... ¿Cuánto tardaría en colapsar? Tal vez yendo con su familia despejaría su mente y finalmente volvería a ser el mismo de siempre. Pero ¿y si no? ¿Quién lo ayudaría? Nanon podría llegar a ser reservado con algunos temas. Estaba seguro de que no le contaría nada a su familia. Solo confiaba en algunos amigos cercanos, siempre que tenía problemas recurría a nosotros, a mí...

Es que no me lo creo Ohm, ¿Non yéndose así? ¿Sin despedirse de nadie? Hay algo raro aquí, no me quieras ver la cara — la voz de Ohm era cada vez más alta, era obvio que este tema lo tenía realmente alterado.

— Por favor tranquilízate, New, yo estado intentado llamarle toda la mañana y no me contesta el teléfono, estoy del otro lado de la ciudad en la casa de mi madre así que no podre ir a verlo — al menos eso creía yo, porque estaba considerando seriamente en ir hasta su casa, si seguía sin responderme.

¿Del otro lado de la ciudad? ¿Qué diablos te pasa Ohm? ¿Cómo se te ocurre dejarlo solo sabiendo que está mal? — si algo no iba a permitir seria que empezara a echarme las cosas en cara. Yo había hecho lo que podía.

— Fue él el que me hecho, no comiences a apuntar con el dedo sin saber — mi voz ya no era amable, toda esta situación me estaba arrebatando.

— ¿Discutieron? ¿Ustedes discutieron? ¡Vamos Ohm! Explícame que está pasando, no intentes solucionar todo tú solo. Sabes que estamos aquí para lo que necesites. Somos amigos, ya te lo había dicho más de una vez. Podrías haberme llamado para que me quedara con él mientras tú no estabas — tenía razón, muy en el fondo lo sabía. Pero mi orgullo y enojo no me ayudaban para nada.

— Te llamo después New, no estoy de humor ahora — y antes de que comenzara a gritarme otra vez corte la llamada infantilmente y lance nuevamente el celular, pero esta vez sobre la cama.

¿Por qué no había llamado a New para que se quedara con Non mientras yo venía a pasar un tiempo en la casa de mi madre?... La verdad es que no se me había pasado por la cabeza, pero aun así al pensarlo detenidamente, la idea me disgustaba. No quería que nadie más que yo lo cuidara. ¿Pero por qué? Yo confiaba en mis amigos, claro que sí. ¿Entonces? ¿Por qué me molestaba tanto la idea de que alguien más cuidara a mi Nanon?

Volví a suspirar sin entenderme a mí mismo y me despegué de la ventana al escuchar el grito de mi madre que me llamaba para desayunar, Tanat se nos había unido al enterarse que estaba de visita en casa.

— Buenas días hermanito — saludó bostezando como si fuera un león.

— Hola — saludé borrando poco a poco mi sonrisa, la verdad empezaba a dudar de que este fuera un día.

Y así fue. Debido a la inestable lluvia que se incrementó sobre las horas de medio día no pudimos ni salir y mi aburrimiento fue total. Por suerte mi madre sabia como animarnos, así que después de horas y horas de juegos de mesa y programas de televisión, la tarde llego y el tiempo termino por pasarse más rápido de lo que yo creía.

Fue entonces cuando decidí una vez más intentar comunicarme con Nanon. No sabía porque, pero ese mal presentimiento que ya había experimentado más de una vez volvió a asaltarme de un momento a otro. A veces me sorprendía lo negativo que podría llegar a hacer, cuando el día estaba nublado o lluvioso, como si la culpa fuera del clima o algo.







DANI

Sin luz || OhmNanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora