👠Dos👠

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Dulce

Decidí quedarme y seguir con esto pensando en que Arthur, y en las personas del club. Ellos merecen que me quede aquí, que por una vez no sea una egoísta y que luche por no quedarme atrás por un hombre.

Me intimida, pero no va a saberlo.

- He dicho que de rodillas- inhalo, exhalo para aliviar la tensión en mi cuerpo.

Su voz es extraña, suena rasposa y muy gruesa, como esas personas que tienen problemas en la garganta.

No quiero hacerle perder la paciencia, aunque esa sea mi especialidad, me arrodillo y trato de verlo a la cara, pero la falta de luz no me permite poder llegar a su rostro.

- Baja la cabeza, no quiero que me mires- lo hago mordiendo mi lengua para no contradecir. Veo sus zapatos negros frente a mi, no es de gustos baratos, parecen ser italianos y hasta los broches son de diamantes.- Chupa- dice acariciando mis labios con sus callosos y ásperos dedos metiendo dos en mi boca, iba a levantar la vista pero me detiene.- No, no vas a verme- sigo chupando su dedo sin verlo, extrañamente sabe bien.

No puedo verlo mucho, pero su dureza está frente a mis rostro y su bulto es bastante grande, hace tanto que no deseo probar a un hombre tanto como a él.

- No mires más, sácalo y chúpalo- saca su dedo de mi boca y se acerca más a mi hasta dejar su entrepierna en mi cara.

No espero más, quito su cinturón, deslizo su bragueta y bajo los pantalones junto con el bóxer que es todo menos económico.

- Ninguna marca o mis manos llegarán a tus nalgas- lo ignoro, no pienso en nada más que en meter esa gloriosa hombría en mi boca y atragantarme.- ¿Me escuchaste?- mi cabello sintético queda encerrado entre sus dedos cuando me aparta bruscamente de él.

- S...si- su agarre se cierra más entre mi falso cabello.

- ¿Peluca? Quítatela- dejo de hacerle caso y lo veo al rostro.

Sigo sin distinguir una mierda.

- No, es mi privacidad y las políticas de Destiny me protegen- me agarra bruscamente del brazo y me tira boca abajo en la cama.

Me gusta su trato, no sé si soy una enferma o que, pero hasta su toque es controlado, como intenta no hacerme más daño del necesario.

Es un Dom, uno muy experimentado.

Estoy abajo en la cama king, él se ubica sobre mi colocando sus piernas a cada lado de mi cuerpo, una de sus manos sujeta las mias sobre mi cabeza y con la otra acaricia suavemente desde mi cuello, pasando por mi columna hasta llegar a mis nalgas.

- Te la quitas o haré que no me olvides jamás- sentencia con la voz mucho más baja, una llena de excitación.

- Vete a la mier...- grito de dolor cuando su mano golpea mi nalga derecha.

- Nadie me dice que no- sus golpes se hacen más fuerte a medida que mis gritos aumentan por el punzante dolor.- Pagué por ti, puedo hacerte lo que quiera sin herirte de más, me dirás señor y vas a suplicar por tener mi verga en tu coño ¿Oíste?- mi maquillaje ya debe estar corrido por culpa de las lágrimas.

- N...no p...puedes- no tengo fuerzas para hablar, mi culo duele horrores y mi coño está húmedo por la rudeza, me gusta pero tengo miedo.

- ¿No? Puedo y lo haré- más golpes llegan a mis ya rojas e irritadas nalgas, se me mueve de la cama hasta quedar sobre sus rodillas, abre mis piernas con una de ellas y palmea varias veces mi coño.

- B...basta, p...por favor- tendré un orgasmo si sigue golpeando con esa insistencia.

- Tu coño demuestra lo contrario- unos golpes más y siento que voy a correrme.- Si te corres, será la única vez que lo hagas en la noche- retengo con la poca fuerza que tengo mis ganas de gritar de éxtasis.

Puta sinvergüenza (+18) (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora