Dulce
Hace años que no tengo la sensación de estar ahogándome sin tener que tocar el agua. El aire de estancó en mis pulmones y no me permite respirar debidamente sin tener que cerrar los ojos para concentrarme.
Estoy aquí, delante de la casa del mejor hombre de mi vida, vengo para decirles la verdad y sacarme un peso de encima, uno que no ha dejado dormir tranquila desde que sé sobre la llegada del mocosito a mi vida.
- ¿Te arrepientes? De ser así podemos irnos, otro día le dirás, cuando no estés a punto de desmayarte por los nervios- me dice Jenna sosteniendo fielmente mi mano.
- No, ellos tienen que saber, de hoy dependen si quieren estar o no en la vida de mi hijo- acaricio mi vientre, creo que mis nervios pueden afectarle al bebé y eso no lo puedo permitir.
Tengo que proteger a mi hijo, es lo más importante que tengo ahora.
- Así se habla, yo solo decía, pero de igual manera iba a tirar de tus hermosos cabellos hasta el interior de la casa- eso me saca una sonrisa, ella sabe cómo calmarme.- Eso, siempre eres más hermosa elevando las comisuras de tus labios ¿Vamos?-
- Ya que- me encojo de hombros sabiendo que puedo irme.
Es Jenna quien aprieta el botón y enciende el timbre de la casa, se escuchan pasos desde dentro y luego aparece el rostro de Flor, la ama de llaves.
- ¡Mi niña Dulce!- me abraza efusivamente sin dejar de saludar a Jenna con la mano. - Por fin estás aquí, hace semanas que le pregunto a tus tíos por ti, los dos te extrañan mucho- me mira fijamente, eso me pone nerviosa porque sus ojos se centran en mi formado vientre, no es mucho, pero para alguien con hijos o buen ojo es notable.
- ¡Flor! También los he extraño, al igual que a ti ¿Cómo has estado?- cambio drásticamente de tema para que deje de mirarme la panza.
- Bien, y veo que tú tienes una sopresa para ellos ¿De cuántas semanas estás?- más blanca que un papel, así debo de verme ahora por su pregunta tan directa.
- Flor ¿Verdad?- le pregunta Jenna, ella asiente sin dejar de mirarme.- Estamos aquí para que Dulce hable con sus tíos ¿Puede guardar el secreto? Es que le ha costado mucha valentía estar aquí hoy-
La amo, la adoro, será la madrina de mi bebé si Flor acepta dejar su interrogatorio.
- Pasen, les diré a tus tíos que tomarán té en el jardín. Pasa mi niña, no tienes que estar mucho tiempo en el frío- ¿Frío? Pero si hoy hace casi 30°.
- No me sueltes- le ruego a Jenna entrando a la casa.
- Jamás- ambas seguimos a Flor hasta el jardín, nos acomodamos allí esperando a que apraezcan.
Mis tíos sonríen de oreja a oreja cuando me ven, caminan más rápido logrando que mi tío tropezara con una de las rocas que decoran el espléndido lugar.
Esas sonrisas clavan una espina en mi corazón, espero que no estén decepcionados de mi o juro que moriría de tristeza.- ¡Niña de mis ojos! Por fin recordaste a este viejo- voy a llorar, juro que el agua salada está apunto de salir de mis ojos.
¡Malditas hormonas! Te amo bebé pero odio los cambios de humor.
- ¿Cielo? ¿Dulce?- dice mi tía al verme de cuerpo completo, solo ella se ha dado cuenta. - ¿Estás bien?-
- Princesa, dile a tu tío qué ocurre ¿Algo anda mal? Dime y juro que lo solucionaremos juntos- me abraza, con eso es suficiente para hacerme llorar.
- Cielo, deja que Dulces se siente- mi tía lo obliga a sentarse y me mira.- ¿Tienes algo que decirnos?- siento que mi pulso va a estallar por esa mirada inquisidora.
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Puta sinvergüenza (+18) (Borrador)
Short StoryAdvertencia 🔞⚠️ Esta novela contiene lenguaje vulgar, escenas de violencia, abuso sexual, y daño psicológico. Leer bajo su propia responsabilidad. ---------------- Tenerlo todo en la vida puede llegar a ser tan monótono y aburrido que algunas pers...