Brock
Meses buscando alguna pista que me lleve a mi precioso caramelo, el más dulce que probé. Quedé extasiado al sentir su sabor, los movimientos de sus caderas cuando me montaba como una jodida diosa del sexo.
Entendí lo elevado del precio, en una noche logró quitar cada gota de estrés que tenía en mi cuerpo, y obviamente pensaba repetirlo, pero ella desapareció, fue como un fantasma.Investigué y pagué a dos detectives para darme algo, por las minúsculo que sea. Tuve un solo resultado, su perfume, ese detalle me ayudó enormemente a encontrarla.
Dulce Coleman, una hermosa pelirroja de 20 años, estudiante en una de las universidades más caras y prestigiosas del mundo. Ella es mi caramelo, mi muñeca insaciable.
La busqué en la mansión de su padre y en el departamento que tiene a su nombre en el centro de la ciudad. Su progenitor dijo que le perdió el rastro desde hace unas semanas, desde que se fue a vivir sola no recuerda que tiene padre o hermano.
En su departamento me encontré con algo desagradable, un hombre con una toalla atada a su cintura abrió la puerta, pregunté por ella, no quiso decirme.Pero días después la suerte me sonríe.
Terminé la cena esperando a mis hermanos, venían para pasarlo juntos a pedido mío, no los veía desde hace mucho. No eran ellos, fue mejor, Dulce apareció en mi puerta pidiendo ayuda.
Casi celebro frente a ella, en mi mente hacia una fiesta tan grande como la falsa boda a la que fui obligado.
Me calmé y pude controlar mis ganas de saltar sobre ella y follarla peor que aquella noche, todo por escapar y tratar de esconderse. Nunca fui tan amable con alguien él mi hogar, tampoco hablo mucho, pero quería saber más de ella.
Ví como cuidaba su vientre, y eso solo lo hace una madre preocupada, una protectora. No estaba en mis planes su embarazo, sin embargo no parecía nada malo, es más, era algo que tenía a favor.
Juraba que era mío, los nervios que demostró al verme lo corroboraron, siempre cubría esa parte de su cuerpo con recelo, temiendo que yo lo sepa ¿Por qué le molestaría esconder su vientre a un extraño?
Discutió contra mis razones, las suyas eran buenas, demasiado para ser pensabas con tanta rapidez. La puse contra la espada y la pared con su perfume, siendo que tenía las razones para ganar.
No sentí a mis hermanos llegar, la presencia de Dulce nubla todo sentido o razón, es tan adictiva que incluso yo caí en sus encantos.
Ahora estamos aquí, en mi habitación.
- ¡Déjame ir!- vuelve a gritar.
- No, tienes a mi hijo, no volverás a escapar de mí- me enloqueció esa noche, y desde ahí no recuperé el sentido.
Es nuestra y ni el diablo va a quitarme a mi Dulce, antes la encierro en mi cabaña.
- Déjame ir o gritaré- Calum y Demian ríen abiertamente.
- Hazlo, nadie va a oírte, lo has hecho desde hace rato y nadie vino- Calum la acorrala de un lado, Demian del otro y por el centro.
- N...no es tu hijo ¡Es mío!- amo ver cómo cuida de nuestro bebé, será una increíble madre, una real luchadora.
- Es nuestro, yo te llené con mi semen, gracias a eso lo tienes- su rostro está igual de rojo que si cabello.
- ¡No! Es mío ¡No van a quitarmelo!- se sube más sobre la cama hasta quedar en el centro. - Más le vale dejarme ir, puedo ser un dolor de culo-
- No, yo te haré doler el culo por las nalgadas y follada que voy a darte- amenazo viendo sus tetas, están más grandes.
- ¡Deja de ver mis tetas!- me gusta verla molesta, es una actitud diferente a la de ese día.
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Puta sinvergüenza (+18) (Borrador)
Short StoryAdvertencia 🔞⚠️ Esta novela contiene lenguaje vulgar, escenas de violencia, abuso sexual, y daño psicológico. Leer bajo su propia responsabilidad. ---------------- Tenerlo todo en la vida puede llegar a ser tan monótono y aburrido que algunas pers...