Puta sinvergüenza (+18) (Borrador)

👠Ocho👠

Dulce

Esa voz es muy conocida para mí, es un tono fácil de identificar y que no esperaba encontrar justo aquí, en la oscuridad de un jodido bosque.
No puedo decir nada, ver su rostro me deja sin palabras, el hombre es hermoso y muy varonil, hasta su perfume es fuerte pero delicioso.

Es el padre de mi mocosito, reconocería esa voz dónde fuera, con o sin luz.

- ¿Señorita?- carajo... Las hormonas ya están haciendo su trabajo, tengo ganas de que me folle como lo hizo esa noche.

Una que quedó marcada por siempre, evidencia de eso es mi bebé.

- ¿S...si?- no oí lo que dijo, estaba concentrada en sus labios y hasta en su pene.

Si, así de atrevida me ha vuelto el embarazo, no puedo disimular cuando algo o alguien me gusta.

- Le pregunté si necesitaba algo- cualquiera creería que está molesto por su voz, pero naturalmente es fuerte y dominante. Además noto que está tranquilo.

- De hecho si, lamento interrumpir su noche- tengo que ser amable y educada si quiero su ayuda.

Estoy perdida en sus labios, los que se elevan en una amable.

- No se preocupe, no estaba haciendo nada ¿Se encuentra bien?- por suerte no ve mi vientre, estoy bien tapada para proteger s mi mocosito.

- No, vine aquí porque mi cabaña se quedó en la oscuridad, la electricidad se fue hace unas horas- explico cuando por fin vuelvo en mi.

- Pase por favor, hace mucho frío fuera y usted no está del todo abrigada para un clima como este- sin tener de otra, lo hago, entró en una hermosa cabaña.- Puede sentirse como en casa, iré a buscar una taza de chocolate caliente- asiento sin dejar de ver la preciosa decoración.

Tiene estilo y buen gusto. Claro, me eligió a mi para follar ¿No es obvio?

Me acomodo en uno de los sillones, está forrado en piel de oso, lo que hace que sea suave y caliente al tacto, soy como una niña en un espacio nuevo.

Quiero tocar todo, incluso al dueño de casa.

- Aquí tiene una manta- me extiende una muy grande.- También le traje chocolate ¿Le gusta o prefiere algo más?- niego tomando la taza humeante entre mis manos.

- Muchas gracias, quería pedirle su ayuda por esta noche, es que mis amigos no me responden las llamadas y casi somos los únicos por aquí- se sienta junto a mi, muy pegado si me lo preguntan.

- Tengo tres cuartos de más aquí, use el que más le guste y mañana temprano iré a su cabaña para mirar el problema ¿Le parece?- suena tonto, pero confío en que nada va a pasarme si estoy con él.- No se preocupe, no soy un loco o un asesino- ambos nos reímos.

- Espero no ser una molestia- siempre fui muy independiente, tanto así que me emancipé de mi padre cuando tenía 16 años.

- Una mujer tan valiente no es una molestia, al contrario- tengo vergüenza pero lo diré.

- Le tengo terror a la oscuridad, por eso me animé a salir de la cabaña para venir aquí, vimos su hogar cuando estábamos en camino, me mudé hoy y ya tuve problemas- 

- Ya veo porque había tanto ruido, por lo general el lugar es tranquilo, nunca tuve una vecina antes. Es una pena que tenga tanta mala suerte el primer día, pero mañana mismo tendrá luz en su hogar- esa sonrisa me calma mucho, y eso me asusta porque significa tiene un efecto no esperado en mi.

- Fue buena idea venir, se avecina una tormenta, parece que será fuerte y con granizo- por fin puedo tomar un poco de chocolate, está caliente y eso a mi mocosito le gusta.