Dulce
- ¡Niños, sus padres llegaron! - grito levantándome con mucho esfuerzo de la cama, mis pies hinchados tampoco me permiten caminar con rapidez y ni hablar del dolor de espalda que quiera o me hace permanecer en la cama.
Si me vuelven a embarazar, los mato.
Los niños corren hasta la puerta principal, ahora ya no sienten celos de sus padres y hasta los esperan ilusionados para salir a jugar al partio-bosque.
Volveré a seis meses atrás, cuando Demian me llamó para avisarme que Brock estaba internado en el hospital por un golpe que recibió en la cabeza.
El corazón se me cayó al piso; nada salía como deseaba, primero alejan a mis hijos de mi por culpa de un hombre enfermo que se obsesionó conmigo y ahora uno de mis esposo se encuentra en una cama de hospital por culpa de un policía inepto que lo golpeó en la cabeza por confundirlo con Andrew.
No maté a golpes a ese tonto porque Demian y Calum me explicaron que ellos no siquiera debían estar ahí, pero que ese oficial fue uno de los pocos que apoyó su ingreso a la captura de Andrew.
Gracias a Dios nada salió mal, el doctor nos explicó que la sangre que sus oídos desprendían se debió a la potencia del golpe, pero que no estaba en riesgo de perder la capacidad de oír.
El susto nos duró muy poco, igual que lejanía de nuestro niños que para mí no se sintieron como semanas, sino como años ¿Cómo podía alejarme de ello? Seis años con los gemelos y unos pocos días con Dimitry, pero lo amo igual que a mis hijos biológicos.
Dos días después de que Andrew fuera declarado oficialmente muerto los niños regresaron de lo nosotros les dijimos erka vacaciones, fue horrible verlos llorar porque ninguno deseaba irse, menos Dimitry.
Nunca tuvo una buena madre, dijo que no quería separarse cuando ya encontró una que sí le daba de comer todos los días, que le cantaba antes de dormir y que siempre lo ayudaba a vestirse.
Mis gemelos se enojaron mucho con sus padres, primero por no estar junto a ambos por seis años y después por separarlos de mi.
Digamos que los tres han hecho mucho mérito por borrar las malas ideas de su cabeza, la primera cena como familia concluyó con esa pregunta que no le permitió a ninguno de mis esposos dormir sin culpa.
Hablé con los gemelos la mañana siguiente, les dije que fueron muy crueles con una pregunta así cuando yo les había explicado que los tres trabajaban en el extranjero.
Omití la parte donde fui yo la que los abandonó.
Entendí sus dudas, también el miedo continuo a ser abandonados, pero en estos meses han demostrado lo mucho que los aman, que no volverán a irse y que ahora son oficialmente el nuevo trío Lexen. Lo entendieron, y ahora ninguno se separa por sms de una hora de alguno.
Y como ninguno estaba conforme con tres hijos, los cuatro decidimos que con uno más la fábrica quedaría cerrada para siempre.
He ahí mi muy mala suerte, volveré a tener gemelos, ahora sí un niño y una niña, no como aquella vez dónde la doctora dijo que así sería y terminé con dos niños.
Soy feliz, me encanta escuchar las risas y gritos de mis hijos en el patio de la cabaña.
- Buen día, caramelo - Brock me besa castamente antes de correr al baño.
- Mi pelirroja - Demian se detiene y se toma el tiempo de saborear mis labios hasta dejarme sin aliento, al soltarme se agacha para saludar a sus hijos - Papá favorito llegó, mis niños - un beso antes de ir a la cama - Por poco se orina encima, por eso el saludo fugaz.
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Puta sinvergüenza (+18) (Borrador)
Short StoryAdvertencia 🔞⚠️ Esta novela contiene lenguaje vulgar, escenas de violencia, abuso sexual, y daño psicológico. Leer bajo su propia responsabilidad. ---------------- Tenerlo todo en la vida puede llegar a ser tan monótono y aburrido que algunas pers...