👠Treinta y dos👠

5.3K 624 39
                                    

Calum

La extraño joder, extraño a mi adorada Dulce Coleman.

Se fue dejando junta puta nota, misma que decía lo mismo una y otra vez como un puto disco rayado.

Perdón.

La odié por irse, por no decirnos y por rendirse así de fácil ante el chantaje de Andrew.

Lloré un sin fin de noches al recordar el adictivo aroma que su cabello desprendía, la sonrisa que iluminaba sin querer todos mis días y la alegría que le brinda a mi corazón pasar tiempo de calidad con ella.

Dulce es el amor de mi vida, pero seguí adelante o yo mismo me metería en aquel agujero que no sabía si podría dejar una vez que estuviera en el fondo.

No me agrada Ania, es una mujer codiciosa que lo único que supo usar a su favor para atraerme y mantenerme junto a ella fue su parecido con mi amor.

Soy un maldito enfermo por estar con una mujer por su parecido con otra, lástima que no fui precavido de ver más allá de su físico o color de cabello.

Son muy diferentes una de la otra en el interior, Dulce podría considerarse una mujer engreída y narcisista que hace lo que quiere sin far explicaciones, sin embargo Ania es... Egoísta, cruel, ambiciosa y malvada.

Dulce tiene sus fallas como todo ser humano, pero amó a nuestros hijos desde que supo de ellos, incluso se escondió en el medio del bosque para que su padre que no la dañe.

Ania abortó al suyo para no perder la forma de su cuerpo y mantenerse delgada.

He ahí la gran grieta que separa abruptamente a una de otra.

Muchos tendrán la misma puta duda en su mente ¿Por qué estás con ella si tanto las desprecias? La verdad tampoco tengo una respuesta para eso, creo que mi mente olvida momentáneamente a Dulce al escuchar los escándalos de esa mujer.

No vivo con ella por más insistente que sea sobre el tema. Siento que volveré con mi Dulce y que Ania se irá de mi vida sin resistencia.

Se vale soñar, eso dijo Demian cuando le comenté mi muy edificado plan.

Soy un idiota al creer que Ania no querrá dinero para irse, al año de estar con ella descubrí su desmedida ambición por acceder a mis numerosas cuentas bancarias.

Dulce nunca nos pidió un solo centavo, ella misma trabajaba para no darle explicaciones a nadie de lo que hacía con su dinero.

- Calum ¿Vamos a las tiendas? Estoy aburrida - enfoco con mi cámara el bello horizonte que Ania se esfuerza por ignorar.

Una mañana Dulce me acompañó a tomar fotografías porque no le gustaba estar sola en la cabaña, preparó muchos bocadillos y dijo que era el atardecer más hermoso que había visto.

Cuando revelé las fotos me pidió por dos días las que había capturado esa tarde, lo hice y se las envolví en un lindo papel de regalo dejándolo sobre su mesa de noche.

Una es el agua y la otra el aceite.

- No, vete si quieres - amo mi trabajo, desde niño tuve mi futuro muy asegurado gracias al dinero de mi padre y a la herencia de mis abuelos maternos, pero la fotografía es una pasión incomparable.

- ¡Prometiste ir conmigo!- golpea su tacón de miles de dólares contra el suelo - Además odio la tierra ¡Es sucia! - irritante, esa es la definición que le doy a su voz.

- No pongas palabras en mi boca que no he dicho, mi tiempo es precioso y no voy a perderlo en un centro comercial - que además es mío, pero ella no debe saberlo o va a dejarme en la bancarrota.

Puta sinvergüenza (+18) (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora