Demian
- M...más rápido- mis nudillos se vuelven blancos de tanto apretar el puto volante.
Dulce no para de gemir por los jodidos dedos de Brock, el maldito hijo de puta con quién comparto sangre masturba a la mujer que nos gusta delante de mí.
Es tan gilipollas que mira por el espejo retrovisor para guiñar un ojo y lamer el cuello de Dulce antes de moderle el lóbulo de la oreja. Eso no es nada, la temperatura en el auto aumenta cuando le rompe las bragas para meter otro dedo, esta vez por detrás.
La está follando con los dedos en ambas entradas.
Mi miembro se endurece con cada sonido de satisfacción que Dulce expresa con sus carnosos y suaves labios. Más cuando Brock le baja las tiras del vestido de que por sí ya me voló la cabeza en la mañana.
- Brock, ya basta- ordeno con la mandíbula tensa y los dedos adoloridos por la presión.
Sonríe de lado antes de voltear con algo de trabajo a Dulce aún sobre sus rodillas, abre sus piernas y me deja una perfecta vista de su coño húmedo y sus grandes tetas.
Los niños son milagrosos, su madre se volvió una deidad en la tierra.
- ¿Ves este delicado coño, hermano? Es nuestro y por eso voy a tocarlo hasta que le corra en mi mano- Dulce rodea el cuello de Brock con sus brazos, es difícil por su estatura, pero lo logra.
Trata de no gemir, para eso muerde sus labios y tira del cabello de Brock.
- No lastimes tus labios, suéltalos- ordeno mientras libero a mi miembro antes de que me lastime más.
El primer día que tuvimos algo de intimidad en el río me comporté como un jodido crío hormonal que nunca antes hacia tenido sexo, eso va a cambiar a partir de hoy.
Mi boca babea por meterme entre esas bancas piernas y penetrarla con mi lengua, lamer esa abertura que ahora mismo carece de todo menos de humedad.
- Caramelo... Mis dedos se sienten en el paraíso- volteo para verla más de cerca, chupa los dedos de Brock hasta tenerlos muy adentro.
Mi polla papita más al saber que pronto voy a sentir su asfixiante calor y humedad. Brock la describió como algo mágico, delicioso de penetrar.
Me masturbo antes de ser impulsivo, masajeo mi pene de arriba abajo de forma lenta y rápida, alterno los movimientos esperado a correrme junto con ella.
El líquido pre-seminal mancha la punta y me ayuda a deslizarme con más facilidad. No puedo creer que no me haga falta tocarla para venirme.
Esa mujer es la representación física de la lujuria. No vamos a cansarnos de follar con ellas y en caso de que Dulce nos quiera dejar voy a atarla a una cama y le cambiaré esa idea con cada embestida.
Mierda, ella misma dijo que esas actitudes no era lo que buscaba en un hombre.
Brock juega con su clítoris, lo pellizca y masajea volviendo loca a Dulce. Con dos dedos abre sus labios y mete tres de golpe.
- Caramelo, córrete sobre mi mano, dame el placer de probar tu nectar - el rostro de Dulce se contrae ante ello, se vendrá y yo quiero hacerlo con ella.
Mi semen sale a borbotones cuando el grito de Dulce es acallado por la palma de Brock.
- Mierda- susurro al ver que salpique un poco en el asiento del acompañante. Es mucho, no me corro así desde que ella me tuvo en su boca.
La mejor mamada de mi jodida existencia.
- Eso haré cuando tengas ganas de follar- Brock y ella siguen sumergidos en lo suyo mientras que yo pienso en que el auto de Calum tiene mi semen.
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Puta sinvergüenza (+18) (Borrador)
Short StoryAdvertencia 🔞⚠️ Esta novela contiene lenguaje vulgar, escenas de violencia, abuso sexual, y daño psicológico. Leer bajo su propia responsabilidad. ---------------- Tenerlo todo en la vida puede llegar a ser tan monótono y aburrido que algunas pers...