Calum
Salgo enfadado de la oficina del tío de mi Dulce, ella no ha venido hoy y eso me altera, no puedo vigilarla si no la tengo cerca. Carajo, no me concentré en toda la puta mañana al saber que ella no estaba, hasta las miradas lujuriosas me daban igual.
- ¿Profesor Lexen?- no puede ser, esa chica no entiende indirectas, y la verdad no quiero ser un hijo de puta y arruinar su alta autoestima.
- Señora Violet- sigo mi camino, no tengo ganas de soportar adolescentes.
- Tengo que hablar con usted respecto al proyecto que nos envió- suspiro agotado y me detengo, ella corre hasta quedar frente a mi.
Esa falda es más corta que ayer y ese escote más pronunciado.
- Dígame- dejo mi maletín sobre el capó del auto, colocó las manos en mis bolsillos en caso de que se le ocurra gritar que la he tocado.
No es broma, casi fui a prisión hace unos años por esa falsa acusación.
- ¿Podemos hacerlo en su oficina? Es que tengo mucho frío aquí - hasta yo siento frío al verla semidesnuda.
- No, tengo cosas que hacer y por eso debe ser rápida o de lo contrario lo hablamos en otro momento- me alejo unos pasos al ver que ella se acerca.
- Me gusta la privacidad, más si es con alguien tan apuesto como usted- ya empezamos, me duele la cabeza el tener que tratar con chicas así todos los días, ni en el baño tengo un poco de paz.
- Es muy poco profesional la forma en la que se dirige a su profesor, tiene que tener más respeto por mi y por mi trabajo, que es a lo que vengo todos los días. Si posee alguna duda comuníquese conmigo a través del correo electrónico dispuesto por la universidad, no me gustan los malentendidos- nadie tiene mi número o correo personal, no imagino lo que pasaría si las alumnas las obtienen.
- P...profesor ¿Sabe cuántos docentes desean tenerme? Matarían por estar en su lugar, por verme las tetas- se está saliendo de control, nada bueno viene de una mujer tan arrogante.
- No soy uno de ellos, tampoco me interesa serlo, soy su profesor y nada más. En cuanto a su vestuario, le recomiendo taparse un poco, el director puede expulsarla por romper con el código oficial- no soy de esos que justifiquen los actos atroces de algunos hombres con la vestimenta, ellas tienen el derecho de usar lo que quieran.
Pero cuando hay un reglamento que establece cosas como esas, la cosa cambia.
- ¿Se preocupa por mi? Ve, yo le atraigo, no se haga de rogar- vuelvo a dar otro paso hacia atrás, está muy cerca y no hay nadie en el estacionamiento.
No de nuevo, fue lo mismo aquel año.
- Debo irme, no volveré a estar solo con usted luego de estas infames demostraciones. Que tenga buen día- la dejo con la palabra en la boca y voy hasta el aeropuerto por mi hermano.
He pensado en renunciar, odio tener que ocultarme de las mujeres o estar en espacios con muchas personas para no caer en otro vil engaño.
Después de recoger a mi hermano tiburón, nos dirigimos a casa de Brock, tiene ganas de cenar con nosotros, estaba aburrido en casa y como no socializa con otras personas que no seamos nosotros o el amigo que tiene en la ciudad.
La conversación con respecto a Dulce volvió a recordarme con la vi, no tuve mi dosis de belleza hoy, y me hace falta. Vengo a esta universidad por ella, desde que su tío me la presentó no pienso en nadie más.
Otra sopresa que me llevé fue verla contra la puerta, acorralada por los brazos de Brock, con sus rostros a centímetros y sus labios rozándose.
Me gustó ver eso, y a mi pene también.
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Puta sinvergüenza (+18) (Borrador)
Short StoryAdvertencia 🔞⚠️ Esta novela contiene lenguaje vulgar, escenas de violencia, abuso sexual, y daño psicológico. Leer bajo su propia responsabilidad. ---------------- Tenerlo todo en la vida puede llegar a ser tan monótono y aburrido que algunas pers...