Siénteme pero no me sueltes

03. Bombom asesino

RAMIRO.

Mi primer día no puede ser peor.

O eso pienso hasta que mi teléfono vibra un par de veces mientras la doctora me aconseja controlar mis comidas

Número desconocido:

Hola, no me conoces, pero soy tu alma gemela

Al principio asumo que es una broma de mal gusto, ya que no tiene nada con que lo pueda identificar. Pero seguido de eso, la letra H empieza a ser trazada encima de mi brazo, no es visible, solo siento que va escribiendo hasta concretar un saludo.

Me hierve la sangre el descaro de la persona al otro lado de la pantalla.

Yo:

¿CÓMO CONSEGUISTE MI NÚMERO?

COMO SABES QUIEN SOY?!

ALEJATE DE MI, ASESINO.

Número desconocido:

Bombón asesino, para ti.

Aprieto el teléfono en la mano.

No sé quién sea mi alma gemela, pero lo odio.

Recojo mis cosas, es muy tarde para ingresar a la primera clase así que espero a que sea la hora libre para ir a contarle mis tragedias a Lubana. Me limpié el resto de suciedad que me quedó encima en el baño, la pequeña charla con el chico que me ayudó se mantiene en mi mente, nadie nunca ha sido así de amable conmigo, hay personas que no se animan siquiera a hablarme.

Aproveché el tiempo con Luba para sacarle información, ella sabe todo de todos, imposible que no sepa nada de él.

—No sé nada de ese chico que inventaste.

—¡No lo inventé! —golpeo la mesa de la cafetería—, es como una cabeza más alto, tiene el cabello por aquí —se indico con mis manos la mitad del cuello—. se viste de blanco como los chefs.

—¿Nombre?

—Era... Lo olvidé —me pongo una mano en la frente—. algo sobre felinos.

—Solo a ti se te ocurre hablar con alguien y no pedirle el contacto, de verdad —el estruendo de uno de sus libros caer sobre la mesa me espanta—. dibújalo, vamos a poner carteles de "se busca".

—Soy malo dibujando, me metí a diseño de modas porque tengo estilo —me froto el rostro, eso me hace pensar que hace rato no siento nada de mi alma gemela a excepción de algo en las manos, lo cubre..

—Para ligarte a alguien tienes que pensar como ese alguien —aconseja Luba—, piensa, si fueras un chef ¿Dónde estarías?

—No lo quiero ligar, fue muy amable conmigo y quiero ser su amigo —le explico, fastidiado—. y en la cocina, asumo.

Ambos giramos la cabeza hacia la zona de servicio de la cafetería, donde solo hay un pequeño espacio para ver desde fuera. Sin resultados, vuelvo a distraerme en mi teléfono en lo que empiece mi siguiente clase, me llega una nueva notificación.

N.D: Mueves mucho la pierna cuando estás ansioso, se siente chistoso.

Tú te sientes chistoso, enfermo.

N.D: Enfermo, ¿Por?

QUIEN SE MASTURBA A LAS SEIS DE LA MAÑANA

N.D: al que madruga dios le ayuda