«They said the end is coming
Everyone's up to something
I find myself running home to your sweet nothings»Sweet Nothing.
RAMIRO.
Aún recuerdo mis madrugadas investigando sobre la maldición.
Mi teoría favorita siempre será la de que tenemos muchos hilos atados a nosotros que nos llevarán a lo largo de nuestra vida a las cosas que más amamos, nuestras pasiones, nuestras canciones favoritas, las ciudades que mejor nos recibirán.
Los amores...
Deslizo mi pulgar a lo largo de mi pantalla, una web vieja con un mal diseño tiene la información que sigo recabando. Si alguien me dijera que me levantaría un día de la cama al lado de Salem a primera hora de la mañana para recordar lo que aprendí sobre almas gemelas, no les hubiera creído, sin embargo, sigo en la terraza viendo el amanecer, refrescando mi memoria.
Hace frio hoy, los transeúntes fuera están abrigados hasta los tobillos. No hay ningún negocio abierto debido al feriado. El vapor de mi chocolate caliente nubla las gafas que me pongo al estar mucho tiempo expuesto a la luz de las pantallas, tarareo una de las músicas que estábamos escuchando ayer.
Tengo la impresión de que todos los hilos de tu vida se conectan en algún punto, es decir, creo firmemente en que habrá una persona a la que ames que te llevará a escribir el mejor poema que pudieras hacer, o una ciudad magnifica que te guiará a la librería donde compraras tu libro favorito, quizá incluso más simple: Alguien cercano recomendándote una canción que se tocará el día donde te cases con el amor de tu vida.
Supongo que no hay persona que no crea en nada, todos tenemos algo a lo que atribuir aquello que no podemos entender, aunque ese algo sea la rareza de la existencia misma. Repaso la manera en la que dibujan las cuerdas rojas que representan la unión en las imágenes, nunca en línea recta, siempre con curvas, ataduras, hilos liados entre si como si fuera imposible encontrar un camino fácil.
No me gusta la idea de que todo aquello que valga la pena sea complicado, me gusta más ilusionarme con que aquello que vale la pena para mí me encontrará en cierto momento, aunque tarde. Todo lo que está destinado a ser, será; por eso es tan doloroso cuando no logramos hacer funcionar algo que no tenía un futuro marcado en nosotros.
Por eso no puedo huir de lo que se envuelve alrededor de mi corazón.
—Buenos días, Salem —saludo, él se ve sorprendido de encontrarme despierto primero.
—¿Has podido dormir?
—Muy bien —asiento—. ¿Quieres un chocolate? Lo intenté preparar, está demasiado dulce y aguado, pero no medí las porciones así que tengo demasiado ahora.
—¿Le pusiste agua? —frunce el ceño—. Dudo que sea tan malo.
Eleva la taza en sus manos, apenas se ha despertado y sus ojos siguen hinchados, el largo cabello lacio le cae encima de la cara. Con delicadeza, lo paso detrás de su oreja para que pueda beber sin molestia, toma un largo sorbo sin apartar el contacto visual.
La expresión le cambia, me carcajeo derramando un poco de la bebida en las almohadas, tiene los cachetes llenos. Rio más alto, se ve que está sufriendo y dejo el teléfono tirado a un lado para llevarme las manos al estómago adolorido de tanto burlarme.
Salem se fuerza a tragar, el disgusto en su rostro es notorio y todo lo que hago es devolverle una amplia sonrisa repleta de diversión. Jadea para demostrarme que se lo ha bebido, baja la mirada a la taza.
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Siénteme pero no me sueltes
Teen FictionTener las manos del chico más atractivo de la universidad sobre ti sin ser gay solo puede ser peor de una forma: Que este sea tu alma gemela. *🌈* ¿Imaginas sentir el tacto de alguien más en tu propia piel? Ramiro no tiene que imaginarlo. Según la...