Primero que nada, este cap se iba a llamar "Le di un orgasmo" pero pensé en aquellos que usan el correo/celular de sus padres o leen en secreto y tuve piedad.
Segundo, buenos días.
Tercero, dejen su amen para que no maten al bebé hoy (El bebé: Ramis)
ʚ🌈ɞ
Salem.
Estoy en el cielo.
O al menos, es eso lo que sus ojos celestes, bien abiertos de la sorpresa y con un pequeño brillo que se dirige a mí a dónde vaya se siente. Me encanta la mirada de Ramiro, está llena de frescura, curiosidad e inocencia.
Bueno, quizás inocencia no.
—Salem, suéltame.
—No te estoy deteniendo, eres tú el único que por voluntad propia tiene sus dedos en mi pantalón.
La temperatura de su piel sube, estaría avergonzado de estar tan emocionado por este momento si no fuera porque sé que su corazón estará por explotar dentro suyo. Apropósito, doy un paso más cerca aunque ya no quede espacio donde ir, nuestras piernas se rozan y su mano se hunde en la parte de baja de mi abdomen.
—P-perdón —la desliza hacia arriba—. no me di cuenta.
Elevo las cejas, nada puede borrarme la sonrisa de la cara.
—Nunca te disculpes por tocarme.
Me preocupa lo tieso, indefenso, pálido y callado que está. Sus manos le tiemblan, me está empezando a dar pena.
—¿Desde cuándo lo sabías?
—Desde que te vi —subo la mano que tenía en su hombro a su mejilla, está demasiado apretado contra la pared, lo puedo percibir—. es un sexto sentido.
—¿Por qué —se detiene en medio de la pregunta a tomar una bocanada de aire—. no me dijiste antes?
—Claro, porque sería muy conveniente decirte que soy tu alma gemela en el momento en que intentabas besarte con mi mejor amigo.
Por alguna razón esas palabras me dejan un sabor agridulce al salir, trago saliva, ojalá pudiera besarlo.
Hay muchos niveles y muchas cosas que uno puede sentir cuando conoce a la persona con la que está destinada a estar. Nadie suele comentar que una de ellas es la abrumante atracción física hacia la otra persona.
Ramiro llama mi atención, es el tipo de personas con las que me imagino un escenario donde estamos encerrados, él tiene las piernas alrededor de mi cintura y las uñas clavadas en la espalda mientras yo lo empotro en cada sitio de este oscuro baño hasta asustar por los gritos a el gimnasio entero.
Paso mi pulgar sobre sus labios, su boca es preciosa.
—¿En qué piensas cuando me miras así? —indaga aún con mi dedo sobre él.
—Nada, no suelo pensar mucho.
—William y yo somos solo amigos, esa mañana quería vengarme porque... —desvía la mirada—. tú sí habías besado a alguien.
—Eres adorable —niego con la cabeza—. no tienes que darme explicaciones Ramis, y tampoco me besé con nadie ese día. Soy un hombre fiel.
—Ajá, sin duda.
—Desde hace cuatro años, de hecho.
—Qué dicha la mía, me tocó el mejor hombre del mundo. —exclama, usa las manos al hablar, las mueve, cómo si a su ironía le faltará sazón.
ESTÁS LEYENDO
Siénteme pero no me sueltes
Teen FictionTener las manos del chico más atractivo de la universidad sobre ti sin ser gay solo puede ser peor de una forma: Que este sea tu alma gemela. *🌈* ¿Imaginas sentir el tacto de alguien más en tu propia piel? Ramiro no tiene que imaginarlo. Según la...