22. Antídoto (Parte 2)

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Primero que nada, Feliz Gayday y feliz 2023

Estuve de vacaciones, pero ¡Volví! Miren, les hice este icon de Ramis por si lo quieren. Lo voy a subir a mi Tw y Pinterest, para mejor calidad.

«I can feel you take control of who I am and all I've ever knownLoving you's the antidote

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«I can feel you take control of who I am and all I've ever known
Loving you's the antidote.»

Golden - Harry Styles

SALEM.

Ser chef y que te pillen con "las manos en la masa" es irónico, chistoso y emocionante.

William es el tipo de hombre que no va a dejar una oportunidad para ser lo peor que le pueda ocurrir a la gente penosa, le da igual estar con solo una toalla. No se ve sorprendido de que estemos tirados en el piso, eso habla mucho de cuanto nos conoce.

—¿Qué mierda hacen? —reitera al no recibir respuesta en su primera pregunta.

Observo a Ramiro, este está ardiendo de la vergüenza. Ni siquiera le sostiene la mirada. No puedo dejarlo aquí con Will, se lo comerá vivo.

—Cuando Salem dijo que salía del closet, no imaginé esto —William finge quedar boquiabierto—. ¿No les bastó con hacerlo enfrente de Jesús?

Los ojos celestes de Ramis contienen pánico, se aparta de mi cuerpo cual presa asustada. Tose un par de veces al levantarse, intenta carraspear hasta que se le ocurra una excusa.

—Lo.. lo siento, es que no, nosotros —tartamudea.

—Escuchamos que te estás liando con Lubana —interrumpo—. La conversación completa.

Al rubio la sonrisa se le va transformando en una línea fina y recta en los labios. Insisto a Ramiro en que regrese a su habitación porque "hace frio". 

Él cierra la puerta, pongo lo que desordenamos en su sitio en silencio, recojo las copas sin acabar ya con el líquido caliente. William arquea una ceja, la punta de su pie chocando con el piso hace un incesante sonido que pretende irritar, diría que incluso le encuentro ritmo. Cuando estás feliz, todo parece ser parte de una canción.

—Este sitio es bonito —doy una vuelta pretendiendo fijarme en el alrededor—. Espero se te ocurra una excusa si nos descubren, aunque lo dudo, usted hace un buen trabajo señor...

—Les dije que me apellido Jerry, algo parecido, no lo recuerdo bien.

—Espero que usted y su esposa tengan un buen descanso señor Jerry —cruzo el marco de la puerta de salida—. No hemos visto nada el uno del otro, ¿Comprende?

—Ay, por favor Salem.

—Gracias por su colaboración. —digo entre risas al cerrar la puerta con seguro. No sé cómo no me vio tomarlas de la pared en los pocos minutos en los que hablamos.

Siénteme pero no me sueltesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora