19. Besos que reviven

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Dato: Este capítulo empieza antes de la conversación en la cafetería y es bastante largo, espero les guste!

Les dejo el otra hoja de la libreta de Ramis.

«It's no one's fault, it's just my terrible condition»

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«It's no one's fault, it's just my terrible condition»

Difficult - Gracie Abrams

RAMIRO.

El día estaba nublado cuando desde las cinco de la mañana cuando traté de reunir en un par de horas del valor que no tengo en casi un par de décadas.

Ramiro está mintiendo, eran las siete. Ramiro siente con fuerza todo, aquello no era una guerra, simplemente quería declararse.

En la silla enfrente de mi escritorio me puse a pensar un plan para escapar de esta tortura llamada sentir. La maldición siempre me ha parecido perturbadora, quería tener libre albedrío sobre mis decisiones amorosas, poder elegir a quien querer, no estar atado a nadie con cuerdas que guíen mis acciones, que esta conexión similar a un matrimonio forzado no me ahogara, quería muchas cosas.

Y ya no me importa, solo quiero estar a su lado.

—Es el karma por burlarme del crush de Lubana con el vagabundo —suspiro al tomar mi pluma—, ¿Por qué justo ahora? Dios le da sus peores batallas a sus soldados inútiles. —intento bromear para quitarme los nervios.

Parto mi libreta a la mitad en una hoja limpia. Las líneas vacías dicen mi nombre.

Uno de mis mecanismos de defensa es actuar a la defensiva ante todo así que me quejo, me quejo bastante, insulto a Salem en mi cabeza porque es el único sitio donde no lo puedo quitar de manera manual. Me la paso haciendo bromas malas, crueles, negando, como si lo que expresara mi boca cambiara lo que hay en la realidad. Creo que ya he hecho suficiente daño con eso. Pero mientras se tenga vida, se pueden arreglar las cosas.

Espero.

Respiro hondo, veo la hoja en blanco esperando que los embrollos de diferentes colores, intensos y brillantes salgan de mi cerebro de una forma en la que sea digerible.

"Tengo la creencia de que el amor que no se dice, desaparece

Soy fiel a la idea de que puedo olvidar lo que me apetece

Sin embargo, tu apareces, en cualquier momento, en cualquier lugar

El fuego en mi pecho es lo único sobre lo que no puedo dudar"

Arranco el papel, lo hago una bola, lo arrojo a la basura.

Suspiro.

Vuelvo a poner la tinta a correr.

"Eh..."

Tacho lo que ni siquiera comencé.

"No sé rimar, tampoco sé escribir, no está en mi naturaleza

Siénteme pero no me sueltesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora