20. La magia de las almas (Pt1)

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Primero que nada, buenos días. Feliz Lunes gay.

Segundo, ¡Perdón el hiatus! Estuve muy, muy enferma y no pude no abrir el PC. ¡Gracias por seguir leyendo!

Tercero, ¿Cómo están? Espero que mejor, les dejo este fanart de Ramis y Salem por MoonPal.

Tercero, ¿Cómo están? Espero que mejor, les dejo este fanart de Ramis y Salem por MoonPal

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I don't even remember how it started

Something you said must've set me off

My words are bullets and you're my favorite target

This isn't what I wanted but I can't drop the gun

Lovebomb – Nessa Barrett

SALEM.

El mensaje de Ramiro diciendo que escogí a la maldición en lugar de él es lo que acaba de romperme.

Hubiera matado por quedarme cuando me lo ofreció, pero desde el momento donde me di cuenta que estaba fuera de mí, solo quería huir para que no fuera a peor. No quería que las cosas sucedieran así, no quería besarlo porque sabía que haber discutido le haría un mal recuerdo y ahora quiero desaparecer.

Debí retirarme antes, debí hacerle caso. Me quedó alzar la bandera blanca cuando pude, no esperaba que me besara porque a mitad de la conversación me di cuenta del mal que le hice sin embargo, no corresponderle sonaba a una peor decisión. Lo cual llevó a que sea el mejor beso, el que más disfruté y a la vez el peor que haya tenido jamás por la incomodidad. 

No avanzo ni media cuadra cuando veo el auto de Javier en una esquina, era de esperarse que me siguiera, yo lo hubiera hecho de estar en su posición. El humo sale por sus ventanas, la del copiloto baja al acercarme cual si me estuviera esperando.

—No deberías estacionar enfrente del garaje de esta gente —advierto, mi agotamiento se percibe en mi voz—, las personas de este lado de la ciudad son...

—Claro —le quita el seguro a la puerta—. Ven, ¿No acabas de salir de un resfriado? En algún momento se te acabarán las defensas.

—Voy a empapar el asiento.

—Entra —insiste al apagar la radio—, ya fuiste a hacer exactamente lo que dije que era el problema ¿No? ¿Ya contento? ¿Quieres distraerte?

—No sé —su auto por dentro me resulta diminuto, apretado y con una humedad horrible a la que contribuyo—. Supongo que ocupo la opinión de alguien que no sea yo —recuesto mi cabeza en asiento—. ¿No tendrías que estar con tu...? —me paro a mí mismo antes de dar una pregunta cruel porque había olvidado su divorcio—. ¿No es muy tarde? —corrijo. 

—Para nada.

—No tienes por qué hacerte cargo de mí.

Niega, me es incómodo estar alrededor de ellos a veces. Me siento un impostor tomando el papel que no me pertenece de un actor mil veces mejor que yo, tengo la sensación de que los años de diferencia hacen que las personas no puedan tener una amistad al mismo nivel y como todo "mi grupo" lo es, es raro.

Siénteme pero no me sueltesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora