Primero que nada, ¡Volví! Holi.
Segundo, les dejo este fanart. Gracias por esperar.
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«I'm a forest fire
You're the kerosene
I had a life here before you
But now it's burning»Full machine - Gracie Abrams
Ramiro.
—¿Cómo amaneciste? —pregunto a Rodrigo al ofrecerle sus pastillas.
—Ya estoy bien. Volveré a trabajar mañana.
—Sabes que puedes faltar, ¿No? Eres el jefe de tu área —le recuerdo—. O puedes hacerlo de manera virtual.
—Necesito distraer mi mente. —se encoge de hombros, rechaza el vaso de agua que le doy junto a la medicina.
No puedo evitar que mi corazón se me encoja en el pecho al verlo, lo cierto es que he evitado convivir con él porque sé que no podría odiarlo si lo vuelvo a conocer. Es curioso cómo podemos volvernos desconocidos con nuestra propia familia, con alguien que ves día a día y no sabe mucho de ti.
Me gustaría proponerle que en lugar de ir a la oficina puedo acompañarlo a la pista de hielo, los deportes se me dan fatal, lo sabe. Sería para instar a qué juegue hockey, incluso si lo hace terrible.
—Puedes hablarme si te pasa algo. —insisto.
—Lo único que me pasa es que tu noviecito y tú no dejan dormir en este hogar —dice, hay algo de diversión en su tono, muy poco, puede confundirse con fastidio—. No tienen respeto por Jesús.
Me muerdo el labio para no reír.
—Oh, eso seguro.
—No pongas esa cara, qué asco Ramiro
—pretende tener una arcada—. Te juro que trabajaré veinte horas si hace falta para no saber de ustedes.
—Nos aprecias en secreto. —me jacto, en negación.
—Antes muerto.
—Pff, te caemos bien, lo admitirás algún día. —digo rumbo a la cocina.
Preparé un par de bocadillos prefabricados en un plato y dos cajitas de manzana porque esperaba que Salem llegara a contarme un chisme.
Salem se mete a través de la ventana, cierro la puerta con llave como si Rodrigo lo fuera a echar si lo viera, lo cual no es muy desacertado. Estoy relajado, cuando las cosas están bien conmigo se nota porque es como si el mundo entero quedara paz, mi cuarto tiene todas las luces apagadas, solo es la luz de la ventana que lo alumbra y me doy cuenta que debería renovar la decoración, es demasiado colorido.
Estoy arreglando el escritorio, ni siquiera lo miro a la cara cuando entra, puedo reconocer el sonido de sus pisadas y sé de memoria cual es la silueta de su cuerpo. El cielo se está nublando, lo saludo mientras miro en las aplicaciones de comida para pedir chocolate caliente hasta que recuerdo que es chef.
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Siénteme pero no me sueltes
Teen FictionTener las manos del chico más atractivo de la universidad sobre ti sin ser gay solo puede ser peor de una forma: Que este sea tu alma gemela. *🌈* ¿Imaginas sentir el tacto de alguien más en tu propia piel? Ramiro no tiene que imaginarlo. Según la...