17. Cafeterías, nubes grises, días infelices

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Primero que nada, feliz GayDay

Segundo, perdón la tardanza. Es que irónicamente llovió aquí entonces tampoco pude terminar de escribir JHEKDSLS

Tercero, STREAM MIDNIGHTS.

«I wanna brainwash you

Into loving me forever»

Paris – Taylor Swift

SALEM.

Ayer estuve hasta las cuatro de la mañana curando leves heridas en mi mano derecha, dar un golpe con anillos puestos no fue mi mejor idea. La maldición cambió por completo mi actitud al meterme en problemas y mi técnica en enfrentamientos, ahora no puedo dejar que me den inclusive uno, debo huir pronto, pensar antes de actuar.

Dormí un montón, arrastré mis pies a la universidad a mitad del día, recuerdo de eso solo un cuarto.

Lo que mantengo en mente es que en el negocio de la cocina, los competidores suelen conocerse.

Un compañero nos invitó a la apertura de su evento culinario que consiste en un menú de comidas con significados ocultos, supersticiosos o "mágicos" detrás que empezaría después de clases. Invité a William a ir conmigo porque Ramiro probablemente odiaría que un postre le dé un consejo.

En la cafetería hay un pizarrón con tiza para tiene anotado el menú, un par de estantes de libros detrás de este. Es pequeño y cálido, está hasta el tope, pienso en que traer a estudiantes de gastronomía a degustar su primera noche puede salir o muy bien o muy mal.

Will está hablado de que consiguió abandonar el sitio temporal donde se queda por uno más acogedor. Rompo la galleta en mi puño sin dejar de oírlo, el aroma a café y  masas recién horneadas me distrae. Bajo la atención al fino trozo de papel cortado un segundo.

"El acelerador no hace que tu camino sea más fácil".

¿Cómo se supone que interprete eso?

Vuelvo a atenderlo, pasamos al tema de nuestro grupo de amigos. La verdad es que no puedo sentirme más distanciado de ellos porque es imposible, se siente como si fuera una vieja temporada en mi vida, incomparable a la actual.

—No fuerces las cosas. —aconseja William al abrir su galleta.

—¿Qué?

—Con Lily me refiero, no fuerces que se olvide de las cosas —se lleva la masa a la boca—. Tienes esto que haces naturalmente de llevar a los demás a donde quieres a tu ritmo, no obstante, no son tan geniales como yo de dejarte hacerlo.

—¿Yo? —salto en la silla—. ¡Tú eres el que siempre me arrastra a sus planes!

—Si pero yo lo hago con estilo.

—Será mejor que guardes ese estilo lejos de la pista —advierto serio—. ¿Te han dicho algo nuevo de la denuncia?

—No mucho, y sí, haré lo que tú quieras —se burla—. Igual voy a usarte de caballo de la suerte cada vez que juegues. Es más efectivo que invertir.

—Por favor no empieces a hablar de criptomonedas, te lo ruego.

—Salem, te juro que no es una estafa.

—Preferiría pasar una noche encerrado en un psiquiátrico con Rodrigo, si quieres vuelvo a competir solo no empieces.

Aprovecho que no tocamos temas serios para preguntarle por mensaje a Ramiro como sigue, si quiere hablar y alguna que otra propuesta de mis notas.

Siénteme pero no me sueltesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora