16. Tatuajes pasajeros del alma (Pt 1)

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Primero que nada, Feliz GayDay. Dejen su presencia en esta nueva reunión LGBT+, de personas malhumoradas y románticos sin causa.

Segundo, quiero disculparme con las Sofias, juro no tener nada contra ninguna Sofia.

Tercero, no se rían, sus nombres pueden ser los siguientes.

«I'm obsessive and I love too hardGood at overthinking with my heartHow you even think it got this far?»Needy - Ariana Grande

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«I'm obsessive and I love too hard
Good at overthinking with my heart
How you even think it got this far?»
Needy - Ariana Grande.

Salem.

Estaba dando vueltas en la cama en medio de la oscuridad tratando de dormir por lo menos dos horas cuando el tono de llamada me obliga a abrir los ojos. Confundido, respondo esperando que sea Ramis dando actualización de cómo está, en cambio al contestar hay un intermitente pitido a bastante volumen.

Sentado sobre el colchón enfoco mi atención en el sonido, ahí es que me doy cuenta que la sirena es de una ambulancia. Mi cuerpo despierta por completo al ver la pantalla en busca de más información y caer en cuenta que el contacto de la llamada dice William.

Pego la fría pantalla a un lado de mi cara con la ayuda de mi hombro en lo que me visto, aún no ha dicho nada, pero nadie te llama sin avisar a las cinco de la mañana para darte buenas noticias. Al menos nunca ha sido mi caso.

—¿Will? —balbuceo.

Froto los ojos, la falta de sueño me provoca un ligero dolor de cabeza. Tengo que tomar una pastilla antes de que Ramis despierte.

—Salem, ven al hospital —apenas lo entiendo, se escucha desesperado.

No...

—¿Qué pasa? —los latidos de mi corazón se aceleran al mismo ritmo en el que se oye va el vehículo.

—¿Recuerdas los idiotas de la carrera que te dije? —tose en el micrófono—. Por favor, no respi...

"Los idiotas de la carrera" es su forma de referirse a un grupo de jóvenes de la ciudad que lo vienen molestando desde que empezó la universidad cuando los conoció en las carreras. Son un par de años mayor que él, eran detestables con Will desde antes de ser él, empeoraron después.

Hay un montón de personas que dejaron de llevarse con él en los últimos años, su vida es distinta y estoy feliz de haberme quedado a verlo. Eso sí, es duro ver los aspectos que se han tornado difíciles por lo que no me imagino lo que debe sentirse estar en sus zapatos. Acompañarlo es todo lo que puedo hacer, lastimosamente.

Me basta un solo dialogo para imaginar los peores escenarios posibles.

—William qué pasa —en esa parte del interrogatorio ya estoy en busca de mi llaves—. ¿Te hicieron algo?

—S-sí. No tengo a quien llamar. Perdón.

—No te disculpes.

—Me cuesta... —jadea por aire, tose otra vez.

Siénteme pero no me sueltesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora