Capítulo 30

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13 de mayo 2022

Seattle 

Departamento

Una vida está a punto de llegar a sus vidas de un momento a otro, para Sandra era paz junto con Rodrigo como una brisa silenciosa hasta que eso paso.

—Travis y yo iremos a ver las cosas del bebé—habla Rodrigo.

—Falta poco para que nazca... Ya quiero conocer a nuestro Sadrigo.

—Sera una alegría nuestro hijo o hija.

Ambos se despiden con un beso, al cerrar la puerta Roger rompe el silencio.

—Perdón por hablar mal de Russo...

—No te preocupes, sé que él hizo cosas terrible, pero eso no significa su cambio, está en el infierno y es la condena.

Mientras hablaban escucharon tocar, ambos pensaron que eran los chicos que olvidaron algo y ve una gran sorpresa.

—Hola Emmett... Pasa.

Roger ve a Emmett y se cruza los brazos.

—Y este que hace aquí.

—No quiero pelear, vine para hacer compañía a Sandra.

—No me digas, aquí estoy... Puedes irte—se levanta del sillón—te muestro la salida.

—Roger!! No seas grosero... Emmett solo viene a acompañarnos—lo regaña.

—Por dios ese tipo arruinó tu boda.

—Y lo perdone.

—Trajo a Sam y lo peor es que... Casi arruina mi relación con Travis.

—Y lo dejo ir, Travis prefirió a ti... Roger supera esto—lo calma—Emmett puedes sentarte... Traeré té y nada de pleitos.

Mientras ella se retira, ambos se miran.

—Para tu información estoy con Nolan—es lo único que dice.

—Que tiene un pésimo gusto en escoger a chicos.

—No me he metido entre Travis.

—Travis se enamoró de mí, enfrentó sus dudas y yo lo confronte... Cuando estuvo contigo superó lo de Michael—lo mira y el no responde—eso creí.

—Todos te tachan por ser un asesino.

—Era... Ellos me convirtieron y... Porque cuento a alguien que no vale la pena.

Empieza a discutir y viene Sandra sintiendo punzadas en el vientre, ambos se acercan.

—Estas bien—habla Roger.

—Sadrigo... Acaba de romper la fuente... Auch!!—se queja.

Al escuchar la frase ambos se alteran.

—Tu embarazo faltaba un mes más—habla Roger.

—Se adelanto...—se queja.

—Debemos de llevarte al hospital—habla Emmett.

—No... ¡¡¡No hay tiempo, va a nacer aquí!!!—grita.

—Aquí... No, no puede nacer aquí—habla Roger nervioso—llamare a Rodrigo.

—Ahh!!... No hay tiempo... Ustedes lo recibirán...

—Está bien... No es difícil—habla Emmett—te llevare a tu cuarto... Roger trae toallas, agua caliente... No hay tiempo.

Italia

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