— ¡¿Y bien?! — Preguntó en acto de atosigar en casi todo el sentido de la palabra. — ¡Déjame pensarlo! — Exclamé algo ofuscado. —Es mucho dinero aún— Empecé a hacer cálculos.—Es solo una semana de trabajo, podrás quedarte con mi familia coreana— Explicó, a lo que la idea ya no sonaba tan loca.
—Lily, espero que eso sea verdad y cuando estemos allí no me echen— Dije más serio, alegrandola en vez.
Asintió casi descontroladamente. —Les diré en este momento entonces — Se dió la vuelta, sacando su celular, y empezando a hablar en coreano.
Uno solo un poco mejor que el mío. Era una esponja de conocimientos y tanto convivir con ella había ayudado a mis lenguas.
Probablemente una semana después, en un probable sitio de aeropuertos.
—Pensé que tardaríamos más que solo medio día— Dije mientras apenas íbamos bajando.
— ¿No tardaste casi dos días en llegar a Australia? — Preguntó ella. Asentí. Levanté la vista, viendo un cartel totalmente en coreano.
Empecé a recordar los trazos y traducirlos, empezando a tener algo de sentido. —Me da miedo que tienes mi casi nivel con mi lengua materna— Escuché cerca de mi oído.
La miré en cuestión. —No debiste enseñarme los dramas coreanos, absorví el suficiente japonés para hablar sin trabarme por cinco minutos— Solté orgullosamente. —Si, si, recuerdo esa historia con esa japonesa, no necesitas recordarmela, conocerás más japoneses aquí— Llamó mi atención con su dedo, meneandolo un poco en el aire, llevándolo hacia la puerta de desembarco y posterior aduana.
Una prácticamente hora después, tardanzas por mi básicamente, estábamos libres por Corea.
—Ahora… — Soltó ella, buscando algo. —No veo los taxis… — Dijo, para lo que yo solo levanté la mano y un auto negro se estacionó, siendo un taxi. —A veces solo hay que hacer cosas sin sentido— Dije sarcásticamente. —Ahora lo próximo que haré será ser el ídolo más famoso del mundo— Obviamente le abrí la puerta a Lily.
Ella solo me vió con cara de aguantar la risa y entró, siguiente yo. Ella indicó el sitio, empezando el trayecto.
Sin embargo, me estaba dando cuenta de algo. —Lily… — Susurré algo asustado. Esta me vió, estando de lo más tranquila. —Estos son los taxis negros… — Se quedó procesando por un rato. — ¡Los caros Lily, los caros! — Finamente le indiqué. A lo que ahora ambos teníamos miedo.
Por suerte el taxista poco o nada entendía, seguíamos hablando en un inglés discreto. —Vamos a decirle que nos deje en Cheongna, allí tomaremos otro taxi más barato— Planeó, a lo que, sin saber bien, le dije que si.
— ¿Llevas suficiente dinero? — Me preguntó, a lo que hice cálculos mentales. Asentí. —Por suerte viste esa promoción de pareja en el vuelo y me sobró algo— Expliqué, a lo que pudimos suspirar del alivio.
ESTÁS LEYENDO
Aureum - Jihyo & Tú.
FanfictionNo todo lo que brilla siempre es oro... aveces suele ser incluso mejor.