Aureum - Jihyo & Tú.

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— ¿Entonces Lily se va a quedar a dormir? — Preguntó Jihyo extrañada. Asentimos todos los presentes. —Es mi mejor amiga desde hace mucho, nos tenemos mucha confianza— Expliqué rápidamente.

—También se ha vuelto muy buena amiga mía— Me ayudó mi hermana. Jihyo solo podía vernos a ambos algo sorprendida aún.

—Yo también me quedo entonces— Soltó su bolso en el sofá, teniendo antes buenas ganas de irse, volteando su situación.

Principalmente miré a mi hermana, ya que Lily estaba orbitando otro planeta.

—No es como que tenga problema alguno, pero no sé si haya algo suave donde dormir— Empecé a ver cosas en la sala. —Duerme con ella— Mi hermana cambió al español gracias a la divinidad en curso. — ¡¿Estás loca?! — Le susurré aunque se notaba la expresión. —No creo que tengas la confianza para dormir con Lily y dejarme con ella, Lily ha dormido conmigo— Susurró de igual manera, sorprendiendome yo.

—No hicimos nada, solo dormimos tonto— Aclaró. —La tocas y estás muerta— Le aclaré yo, entendiendo bien mi posición sobre ella.

—Yo dormiré con Lily aquí, tú duerme con ella en tú cama— Explicó, a lo que me quería negar. —Si están discutiendo por mi culpa… — Se metió Jihyo. Mi hermana saltó a negar inmediatamente con las manos. —Solo estábamos discutiendo sobre si dormirías con él en su cama o aquí en la sala con Lily— Cambió incluso así misma de lugar.

—No tengo problema con ambas opciones— Miró a una Lily algo entretenida en su celular, nos conocía y no por el apellido únicamente.

—Ustedes dos se tienen más confianza— Nos miró a ambos mi hermana. —Además, nos la pasaríamos discutiendo sin poder dormir— Siguió atentando a su idea de dormir con Jihyo yo.

Esta solo podía afirmar lo que decía mi hermana. —Ya tiene algo tuyo encima, solo dale una pijama o ropa más ancha— Me dijo mi hermana otra vez en español. —Si sigues vas a dormir en un hotel y Lily aquí— Señalé con la mirada.

Ella solo alzó sus manos en señal de rendirse, yendo con Lily, pasando a ver su celular ambas.

— ¿No pasa nada malo si duermes aquí? — Pregunté, ya que en el ambiente estaba su respuesta obvia.

Negó. —Tenía mucho que no dormía en casa de alguien más, he dormido en sitios que no podrían considerarse un hogar, pero no una casa— Empezó a ponerse cómoda otra vez.

—Al menos conoces mi casa casi tan bien como la tuya— La seguí, yendo ambos a mi cuarto, liderando ella el trayecto.

—Por algo decía lo de hogar— Volteó un poco, viéndome de reojo, viendo su perfil en todo su esplendor, mostrando una belleza que aunque siempre había estado allí, hacia tiempo que el simple nerviosismo me desviaba de admirarla bien.

Quitando un poco el agrio todo en el que lo decía y a lo que se insinuaba, perfectamente aquel cuadro podría ser uno para estar permanentemente en exposiciones.