Aureum - Jihyo & Tú.

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— ¿Para qué me pediste venir? — Pregunté a un sonriente Moonbin. Saliendo de detrás su hermana. —Oh, hola— Le dije a ella, haciendo que su hermano me viera mal. — ¿Por qué eres tan amable solo con ella? — Se quejó. —Ella no me agarra del trasero cada que nos vemos— Aclaré, mirando está a su hermano raro.

—Deberías de conocerlo bien ya— Le dije en vista de aquello. Los miré, esperando una respuesta ante mi presencia pedida. Ambos miraron a una puerta cercana, siguiéndonos con la vista, saliendo una chica que más o menos conocía ya.

— ¡Tsuki! — La señalé sorprendido. Esta se sorprendió aún más, siendo el día de las sorpresas para todos. — ¿Me conoces? — Preguntó, a lo que asentí. — ¿Quién en Corea no te conoce? — Cambié al japonés, dejándola atónita, miró a los hermanos Moon, asintiendo ambos.

—No creo que les guste mucho en Japón, así que de momento no he hecho nada allí— Aclaré, pero ella seguía sorprendida. —Aprendí japonés en mi adolescencia— Me resumí, entendiendo un poco más.

— ¿Puedes mantener esto en secreto? — Se acercaron ambos Moon, mirándolos indignado. —No me culpen de cosas que no puedo controlar, lo dije en una canción por estas cosas— Les aclaré.

—A todo esto— Pasé al coreano. — ¿Por qué estoy aquí? — Finalmente cuestioné a todos.

MoonSua se acercó a mí, empezando a susurrar. —Le gustas mucho, le pregunté a mi hermano y me dijo que estabas solo— Se alejó, teniendo una pequeña mirada mutua.

Sonreí un poco avergonzado, pero no tanto por aquello, si no por saber mi incapacidad de corresponder aquello, y me dolía más por saber que era japonesa y como repercutiría eso.

Ahora se acercó MoonBin. —Intentalo, se cómo está tu vida, pero quizá ella te alegre— Se alejó, sonriendo. —Planeamos un día para ambos, lejos de cualquier persona que pueda seguirlos— Aclaró el mayor de ambos, mientras que su hermana me dió una pequeña agenda.

Y unos minutos después, ambos estábamos en mi auto, prestándole atención a ella, ya que solo actuaba en lo de conducir, ventajas de los coches autónomos.

—Por suerte eres extrovertida— Solté luego de que ella empezara la conversación. — ¿Tú no lo eres también? — Preguntó con curiosidad, negando yo. —Aunque no lo parezca soy muy introvertido— Aclaré. —Según mi manager, de la peor clase— Paré a pensar un momento. —Pero tenemos una relación de amor y odio así que no le prestes tanta atención— Hice un par de señas con una mano.

—Pensé que lo eras, en tus papeles sueles hacer de extrovertido— Dijo para si misma, pero en voz alta. —Tambien actuó de extrovertido en los escenarios, estoy solo, no en un grupo, así que tengo que ser más divertido— Hice un pequeño movimiento para hacer énfasis, haciéndola reír.

—Realmente hablas muy bien japonés— Señaló, sonriendo. —Me pasé un par de años realmente obsesionado con la cultura japonesa, odio no entender bien un idioma cuando me gusta algo, así que me fuerzo a aprender el idioma— Aclaré. —Así es como aprendí inglés y coreano también— Miré nerviosamente la carretera.

—Quizá sueno como un «weaboo» — La miré, sonriendo nerviosamente, haciendo que esta se sobresaltada y negara. —Es muy lindo que lo hayas hecho así— Detalló. —Además— Se acercó un poco, aunque no pegándose a mí, sintiendo la poca distancia. —Puedo hablar en japonés libremente ahora— Dijo, para volver a su asiento.

—Creo que sabes que conozco a Giselle, eres amiga de Ningning por lo que llegué a leer— Saqué, recordando aquella investigación de dos minutos en internet. Y haciéndole honor al día, se quedó sorprendida. —Mi vida no es la única que es muy pública— Reí un poco. —Pensé que no me llevaría bien con personas japonesas por mi forma de ser, conocí a Giselle, pero es muy occidental, así que seguí pensando así— Volteé a verla un segundo, volviendo al volante.

—Lo único que podría decir de ti que la mayoría no conoce es… — Paró a pensar. —Conozco a tu ex australiana— Sacó, sorprendiendome yo. —Diría que tu hermana, pero ya es pública— Siguió.

—Ahora que lo pienso— Me miró, con intriga. —No has revelado prácticamente nada de tu vida— Siguió mirándome.