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—Esta es una operación algo nueva, aunque en un mes y medio tú hombro estada como nuevo— Vi el descargo de responsabilidad de la operación, diciendo que habían posibilidades pequeñas de terminar al revés.

—Del uno a cinco por ciento sigue siendo algo— Dije sin importarme mucho lo otro. —Es casi minúsculo que te pase algo, tú recuperación parece milagrosa, tú cuerpo es fuerte y lo más importante, no tienes estructura ósea de asiático— Explicó.

—Eso es para una persona con linaje asiático, tú cuerpo occidental es mucho más fuerte— Me miré un poco. — ¿Por qué crees que te cuesta tanto bajar de peso y tienes tanta fuerza? — Señaló, sacando mis pensamientos.

—Me haré la cirujía, pero no firmaré un descargo de responsabilidad, si lo arruinan, van a tener que pagarme los daños— Exigí. —Es política de nuestro hospital— Me rasqué un poco el cabello. —Leí que también estaban haciendo esta cirugía en otro hospital por aquí cerca— Señalé. —Tambien en Japón y Canadá— Añadí, dejándolo sin palabras.

—Si está tan seguro, no tendría miedo de darme garantías, también investigué un poco— Expliqué. En el momento que me estaba preparando para levantarme e ir al otro hospital, tomó la hoja, cambiandola por otra.

Empezando a leerla, detallando bien lo que harían si sale mal, firmando después de aquello.

—Me alegra que sepa que saldré por la puerta principal y habrán muchos medios— Señalé, dándole la mano, apretándola después.

— ¿No tenemos que ir al otro hospital? — Preguntó mi manager al salir por la puerta, negando yo. —No sé si es mi nombre o mi cara, pero todos ceden rápido en Corea— Solté. —Olvidaste incluir tu cerebro— Me dió un pequeño golpe inocente en mi cabello.

—No entro ni empiezo nada en lo que vaya a perder— Sonreí viéndola. —Eso incluye todo menos Jihyo— Afirmó, parandome y viéndola indignado. — ¿Qué? — Me señaló como un gesto leve. — ¿Por eso no la has invitado a salir siquiera? — Preguntó, hiriendo un poco mi orgullo, caminando y pasándola de largo.

—Podrías irte a cualquier parte del mundo, y podrías tener a quien tu quieras de allí— Escuché a mi espalda. —Y aún así prefieres hacer el tonto con Jihyo— Siguió, parandome y chocandose ella con mi espalda. —Deberías hablar más leve— Regañé.

—Supongo que te has enamorado, pero no con tanta presión por lo más mínimo— Expliqué. —Jihyo no es cualquiera, no quiero arruinarlo con ella, ya lo he arruinado tres veces seguidas— Seguí con mi explicación. —He conocido cientos de ídols, algunas me gustaron físicamente por diez segundos, otras por su personalidad diez minutos, pero todas y cada una de las veces hay algo que me disgusta, ella es la única que se saltó esa barrera después de tanto— Suspiré, volviendo a caminar.

—Ponte a pensar un poco— Puse en situación. —La invito a una playa en Indonesia o Filipinas, ¿No es muy raro? — Hice su mismo gesto coreano. —No quiero parecer tan fácil o lanzado, quiero que todo fluya como en una historia de amor, no como la asquerosa vida real— Tomamos el ascensor.

—Menos en este tipo de vida que tantos quieren acostarse conmigo solo por un favor o beneficios por estar en mi círculo, estoy tan solo por desición propia, no porque nadie me haya excluido— Me pegué al espejo del elevador.

—Diría que Jihyo, pero en general todas las de Twice me ven como una persona, me irrespetan, se burlan, son mis amigas, podría enamorarme de cualquiera de las nueve, pero Jihyo es como mi ángel de la guarda— Paré un momento a pensar.

—Sonará feo, pero estoy enamorado de la idea de un ángel de la guarda tangible— Expresé, abriéndose las puertas del elevador.

—Si solo esa idea me enamora, juntale el cuerpo, rostro y personalidad de Jihyo— Saqué la imagen de mi cabeza, notando como mi manager se quedó pensativa.

—Vas a necesitar ayuda con ella definitivamente— Suspiró, empezando a buscar su auto. —Creo que puedo solo, necesito mi tiempo, como tú dijiste, solo necesito ser yo, eso le gusta— Paramos, buscando el coche, encontrándolo después.

—El problema es que si de un día a otro la invito a salir, me acerco, soy más afectivo, definitivamente la asustaré— Abrí la puerta, entrando.

El lado bueno de esta cirugía es que además de volver a la normalidad, Jihyo vendrá a verme, el plan perfecto— Miré a mi manager, con una mano en su frente, sabiendo lo adolescente que sonaba todo lo que decía.

Aureum - Jihyo & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora