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Jihyo terminó por darme prácticamente un masaje algo más subido de todo, en una cafetería, frente a mí hermana, no sabía si querer morir de placer, o vergüenza.

—Deberías irte ya— Dije sin ganas de vivir a mí propia hermana. — ¿Irme? — Miró a Jihyo con un sonrisa diabólica. —Planeo quedarme más aún— Siguió con aquella sonrisa, luego miró a los alrededores. —O incluso trabajar aquí— Volvió a mirar a los demás, en especial a Jihyo. —Además, siempre fuiste bueno escondiendo quién te gustaba, nunca pude burlarme de ti por eso— Pasó su vista a mí, por desgracia sospechando. —Hay tanto que no sabes— Sonreí en contra. —No actúes conmigo, eres buen actor, pero yo te conozco de toda la vida— Respondió.

—El problema es que no estoy actuando, me gusta alguien más— Deliberadamente revelé, haciendo que esta se sorprendiera de gran manera. —Eres muy inteligente para solo decir eso— Sospechó aún más.

Alcé mis hombros, no iba a pasar de allí, y de molestarme, que lo haga con Haewon únicamente. Volvió a mirar a Jihyo. — ¿Lo conoces mucho? — Le preguntó en un vago inglés, dejándola exactamente igual.

—Nadie aquí habla inglés, querida hermana— Sonreí. — ¿Lily se llama? — Recordó, sacando su celular, poco después mostrándome una foto de ella. —Buena suerte dando con ella— Expresé, aunque para golpe del destino, las mismísimas NMIXX habían llegado a almorzar, incluso con aquella agenda.

Ella inmediatamente se levantó, reconociéndose ambas de inmediato. Logrando hacer que se sentaran todas con nosotros, pegando una mesa.

— ¿Sabes el suficiente inglés? — Pregunté, siendo esa mi salvación. —Lo suficiente— Respondió, volteando a ver a Lily.

— ¿Quién le gusta? — Le preguntó, siendo totalmente sincera Lily y señalando a Haewon. —Es su hermana— Explicó a su líder de grupo, levantándose y presentándose cordialmente en coreano y español.

Me dejé caer, dándome un golpe fuerte resonando en el metal. —Acabas de firmar mi sentencia, Lily— Dije en coreano. Alcé la frente, con semblante de querer llorar.

—Asi que te gustan pequeñas y tiernas— Soltó mi hermana. — ¿Tierna? — Le pregunté con sarcasmo. —Da más miedo que mamá— Señalé, a lo que volteó a verla, sonriendo perfectamente.

Negó. —Lily, confirma que Haewon da miedo, díselo, en inglés lento— Indiqué. A lo que esta se lo dijo, pero seguía incrédula.

—De todos modos, a mamá no le gustará saber que sales con alguien y te gusta otra— Indicó, enojandome de verdad. —No me gusta ella— Pasé a estar muy serio. —Y Haewon y yo ya no estamos saliendo— Aclaré, igual de serio. —Das mucho miedo— Escuché de Jihyo a mí lado, saliendo de mi pequeña cólera.

—Lo siento— Me disculpé con mis superiores. — ¿Quieres no molestarme con las personas que trabajo? — Pedí una vez más.

Ella solo entendió la situación y asintió. —Ya no tengo apetito, me retiro— Quería irme, pero alguien me atajó, volviéndome a sentar. —No te vas de aquí hasta que termines de comer— Una sería Jihyo exigió, comiendo a regañadientes.

Yéndome rápido después de eso. — ¿No me llevarás? — Preguntó mi hermana. —Llevala a casa por favor— Le pedí a mi manager, despidiéndome por fin.

En un solo día había liberado todo el estrés que no había hecho en meses y todo por culpa de una exasperante persona.

Ya tenía mi mente demasiado enrevesada para que mi propia hermana me hiciera aquella escena.

En medio de una autopista todo el vehículo me indicó de una llamada entrando, siendo Haewon, aceptando rápidamente.

— ¿Lo hice mal con tu hermana hoy? — Preguntó. —Parecías muy enojado… — Siguió. —No era por ti Haewon, es por ella, no nos llevamos muy bien, pero está muy pesada últimamente— Aclaré, suspirando al final.

—Realmente lo siento yo, no pude mantenernos juntos y bueno… — Me dejé caer más en el asiento. —No he podido ser el accionista mayoritario y ya estoy muy cansado— Solté.

—No te preocupes por mi, todos te dijeron que no pensaban verme con nadie no por el miedo wue pueda aparentar, si no por mi fortaleza mental, deberías preocuparte por ti mismo— Aquellas palabras tejían una de las tantas grietas que ahora conformaban mi corazón.

—Aún así, lo siento, quizá no pude darte la historia de amor que te merecías— Expliqué, doliendome quizá más a mí. —Yo ya sabía que está historia estaba programada a finalizar antes de siquiera empezar, al menos pude besarte dos besos— Entendió.

—Y un par de fotos juntos— Le recordé. —No deberíamos de estar tristes, somos amigos, seguiremos siendo amigos, no entiendo porqué te sientes tan mal— Dió su punto de vista.

—Quizá es por mi crianza latina, siento que no te pude dar una relación como la tengo idealizada, aunque tú quizá solo quieras mi amistad sin tanto contacto físico— Yo el mío.

Aureum - Jihyo & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora