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—Te pasaré el proyecto en un archivo, así si tienen que modificar algo ya lo tienen— Indiqué, despidiéndose finalmente Eunbi.

— ¿Ya se fué la otra chica? — Preguntó mi hermana, apareciendo de la nada. Asentí. —Es muy linda realmente— Se quedó pensativa mientras iba a la cocina.

—Bueno, es difícil ver a alguien feo por aquí— Opinó. —Nosotros somos los feos de entre todos— Empecé a comerme una manzana.

Asintió luego de casi soltarme un insulto. —Por cierto, cambié el código de la cerradura— Le Indiqué como si nada, sorprendiendose mucho.

— ¿A qué viene tan importante decisión ahora? — Se sentó frente a mi.

—Jihyo de todos los días vino justo hoy— Con solo decir aquello lo entendió.

—Si viniera mi ex estando con Rosé me sabría muy mal a mi también— Intentó ponerse en una situación.

—No es mi cita, solo vino a hacer una canción, aunque supongo que no lo que quisiera ver Jihyo, probablemente me quería ver llorando a sus pies, no con una chica exactamente igual a ella— Empecé a comer fresas ahora.

—Invitala a salir— Tomó mi mano antes de darle una mordida a una fresa. Luego la soltó, procediendo a comerla.

—Te vendría bien un poco de diversión últimamente, a mí me da igual a quien traigas, al final es tu departamento— Propuso.

— ¿Y hacer gritar a una chica estando tú al lado? — Refuté. —Lo que hagan ya es su problema, recuerda que estás paredes son muy gruesas para que el sonido no se escape— Me sacó una de las principales cosas por las cuales vivía allí.

—Si la cosa se tuerce, siempre me tienes para sacarte aunque estés ciego, aunque parece que sigues aferrado a Jihyo de alguna u otra forma— Tomó una fresa ella también.

—Es la villana perfecta— Me apunto con la fresa mordida. —Se te presentó como un ángel— Hizo una especie de arcoiris con la mano. —Te llenó de fe y esperanza, te cuidó cuando casi te mueres, pero casi te mata teniendo sexo, luego al ver que ya no iba a resultar nada más, se convirtió en un demonio para ti— Finalmente terminó su idea.

—Se convirtió en mi pesadilla— Tomé la última fresa, la cual ella quería comerse. —Dicho por ella— Me la comí, quitándole la última.

— ¿No te suena mucho a una villana de un manga que ambos leímos? — Se quedó pensativa. — ¿La de cabello rojo y ojos amarillos con líneas? — Pregunté, asintiendo ella.

—Para algo que nos leemos los dos y justo la antagonista se vuelve tu gusto amoroso— Opinó ella.

—A ambos nos gustan malas por desgracia—  Asintió, levantándose.

— ¿Qué vamos a cenar? — Cuestionó.

Aureum - Jihyo & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora