—Bien, sigamos— Me volví a sentar, actuando como si no hubiera pasado nada. — ¿De qué hablaron? — Sentí a Sana en mi hombro. —Sobre que se le complicaba llegar a una escala— Expliqué, intentando no seguir.—Que extraño, hoy practicaba en el dormitorio y parecía una soprano de ópera— De mi otro lado Jihyo, poniéndome nervioso, recayendo en otro regaño de Nayeon.
—Perdón… — Solo dije en el micrófono, repitiendo la pista. Viendo un momento mi celular, viendo que era un mensaje de J, habiendo adoptado su nombre artístico nuevo desde el día pasado.
— ¡Ya terminamos con nuestras grabaciones! — Era su mensaje, seguido de una foto de ella sonriendo. — ¿Sales con ella? — Preguntó Jihyo, casi teniendo una vista de halcón, aunque estando aún en mi hombro, incluso más cerca que antes, llevándome un susto y volando mi teléfono.
Volví a repetir lo de la mano en la frente de la decepción hacia mi mismo, pero ahora con mis dos manos por ser incluso más.
— ¿Qué? — Escuché que le dijo a Sana. —Es muy linda por lo que vi— Le agregó. — ¡Tiene dieciséis! — Exclamé. —Es la rapera de mi grupo— Me volteé, dejándolo en claro.
Recogí mi celular, sentándome otra vez y dándome cuenta que Nayeon me estaba viendo con una mirada asesina, dándome cuenta que lo volví a hacer, evitando la mirada directa y poniéndome los auriculares.
—Ven aquí— Escuché decirle, siguiendo a rajatabla sus órdenes. — ¿Quieres morirte hoy? — Preguntó con un tono asesino de igual manera.
— ¿Quieres hacerlo antes de estar con ella— Insinuó, recordando que dejé abierto sin querer el micrófono, mirándola con aún más miedo, luego al micrófono, dándose cuenta, abriendo la boca de la sorpresa, luego viendo hacia la mesa de mezclas, estando las otras dos sorprendidas también.
—Vamos a terminar con esto rápido— Me sacó de la cabina, sentándome sin más. — ¡¿Si estás enamorado de alguien?! — Invadió mi espacio Sana.
—Uno, dos, tres— Le di a empezar a la pista, estando ambos enfocados en grabar, ignorando a Sana. —Eres malo, además de que ya no nos muestras tus canciones desde antes, tampoco nos cuentas nada— Se resignó, notando como se sentó atrás, pareciendo una niña pequeña, además de una Jihyo más sería.
El día transcurrió sin más incidentes, disculpandose Nayeon por aquello en un mensaje, tocándome masterizar dos álbumes, sabiendo que Jihyo pensaba que la odiaba, con un celular con la pantalla estrellada y en general, odiando el cómo estaba mi vida.
Jihyo y yo no podíamos estar más disparejos, ella pensado que la odiaba por casi matarme teniendo sexo y yo un par de días atrás teniendo el sueño más real que había tenido en la vida terminando aquello que ella empezó, era como para darme un par de golpes.
Tampoco es como que pudiera culpar a mí manager, yo le pedía información también, Twice desde siempre demostraron ser fieles seguidores de mi música y más que todo un par de ellas parecían saber todo de mi.
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Aureum - Jihyo & Tú.
FanfictionNo todo lo que brilla siempre es oro... aveces suele ser incluso mejor.