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Me levanté de golpe, dándome un calambre en el pie por usar demasiada fuerza en el para levantarme. Siguiendo con el hombro por haberme dormido apoyo en el.

No había siquiera recobrado la conciencia y ya sabía que había estado en un sueño, el mejor de los que había podido tener, pero un sueño nada más.

Me di cuenta que me había quedado dormido en el sofá, recreando la escena en mi mente, pero dándome un par de golpes, volviendo a la realidad, dándome un baño frío además, despejando mi mente de aquellos pensamientos.

Lo único verdadero del suelo fué el excesivo frío, dando prácticamente la llegada al otoño.

Aunque no estaba tan acostumbrado a las estaciones, solo sabía que no tendría mi gran regreso triunfal y en forma en primavera, dándome trecho y mucho de él además.

Revisé un poco el cómo iba mi segunda canción promocional, volviéndose viral el baile, advirtiéndome de aquello pero sin pensar que eso pasaría.

Ni yo estaba traduciendo bien el impacto que estaba teniendo en general, asustandome al darme cuenta que los récords por romper eran los mimos que yo había roto antes, estando solo yo.

Sentía un poco de envidia hacia el ex de Jihyo, por haber logrado tanto t haber roto tantos récords, pero una vez estando solo en la cima se sentía raro, vacío, inerte.

Antes me motivaba el sentirme suficiente, no ser un suplemente, pero ya no me sentía así, era más un juguete, empezando a reír por aquello.

Me parecía increíble lo bien que encajaba toda mi vida en mis canciones, incluso cuando antes no tuviera tanto significado.

Luego de soñar con tenerlo todo con la persona a quién amaba, la realidad de que me veía con pena dolía, el frío ya quemaba.

Terminé invitando a Giselle al final, no quería sentirme tan solo, era un poco aburrido y daba hasta miedo.

Llegando casi dos horas después, encontrándome en medio de una partida de un videojuego, corriendo por aquí y por allá para abrirle y regresar.

Noté como ella se apoyó en un borde de la silla, viendo lo mismo que yo. —Vas muy bien— Escuché salir desde detrás. —Estuve practicando mucho en mi recuperación— Expresé. —Puedes sentarte donde quieras— Le Indiqué. — ¿Donde sea? — Respondió, sin prestarle tanta atención al tono, solo a lo que decía— Hice un sonido de confirmación.

Notando como jaló la silla un poco para atrás, separándome de la computadora, sentándose ella encima de mi, volviendo hacia adelante, pero teniendola en todo el medio. —Me dijiste que donde sea— Alzó los hombros en juego, mientras que yo me acomodé un poco, dando un pequeño salto y acomodando mis piernas, sintiendo más de lo que esperaba ella.

—Querías sentarte aquí— Respondí con su mismo tono, volviendo a la partida, pero siendo distraído por ella y pequeños movimientos que llevaban mi atención a otro sitio.

—La próxima debería invitar a Tsuki también para que te controles más— Solté, más que nada molesto por desviar mi atención, más gustandome aquél jugueteo.
R
—En este punto no quisiera tener que controlarme más— Respondió, levantandose un par de centímetros, dudando de si solo era acomodarse, y dejándose caer otra vez, por lo visto, haciendo lo que quería, ya que estaba muy centrada con respecto a todo.

—En este punto solo quiero que termine la partida rápido— Finalmente me dejé llevar. —Es una lástima no saber si Tsuki quisiera estar conmigo también como le gustaría contigo— Empezó a moverse más.

—Quizá solo haya que intentarlo— Finalmente dejé de hacer lo que estaba haciendo para enfocarme en Giselle, sorprendiéndose incluso ella.

— ¿Después de tanto hacerme esperar? — Preguntó, entendiendo bien a lo que se refería. — ¿No lo gozarás más así? — Pregunté, a lo que tardó un poco, pero asintió, terminando dando vueltas por toda la casa, sin necesidad de un termostato, menos de ropa.

Segundo tras segundo, acción tras acción, tacto tras tacto, en mi mente, sabía que debería de ser y sentirse perfecto, estaba con alguien que prácticamente se había vuelto loca por mi, además de tener todo lo que me gustaba, tanto física como mentalmente, aunque solo podía saciar una pequeña parte de la necesidad que mi cuerpo pedía.

Incluso recordando aquel sueño se sentía mejor.

Jihyo me había arrebatado la posibilidad de explorar, me había dejado claro que tenía solo que ser con ella.

No había otra explicación para explicar el porqué si ella era tan perfecta, aún deseaba que fuera ella.

Lo perfecto nunca significa que funcionará.






















































DubuMyoui tú mayor miedo en mis historias se hizo realidad, aunque en realidad fué una de cal y una de arena, todo balanceado.

Aureum - Jihyo & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora