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—Todo bien con la primera, seguiste a la perfección mis consejos… — Se quedó mirando al proyecto. — ¿Qué pasó en la segunda? — Cuestionó. — ¿Eres de los que pelea para avivar la llama o como? — Añadió, estando de más.

— ¿Pero están bien? — Pregunté sobre la música, asintiendo inmediatamente. —A la segunda no es que le haya faltado odio, es que directamente es lo contrario, pero eso la hace estar bien— Se sentó.

—El lado bueno es que es muy fácil que se confunda y piense que no sea para ella— Empezó a pensar. — ¿Es para ella? — Cuestionó, ya que ni ella sabía que creer y qué no.

Asentí. —Pensará que es para la que se le parece— Dijo, pensando igual que yo.

—Te daría el consejo de que te rodees de mujeres, pero prácticamente todas tus amistades son mujeres— Dió una vuelta en la silla. — ¿Traemos a nuestra prima? — Sacó de la nada, mirándola raro.

—Si me confundieron con tu novia, quizá ella que se parece menos lo aparente más— Aquello sonaba bien, en su mente obviamente.

—Creo que simplemente voy a aparecer mucho con una chica que me gusta de las redes en Los Angeles— Dije algo más creíble.

—Necesitas mejorar, no siempre me tendrás aquí— Intentó elevar su nombre. La miré estáticamente Sin hacer ni decir nada. —No te cuestiono más— Se levantó, entendiendo aquello.

—Aunque ya que tienes una canción con algo de odio, otra con amor, haz la de en medio— Indicó empezando a irse.

— ¿Medio? — Pregunté. — ¿Cómo te sientes realmente ahora? — Me señaló, yéndose, pero dándome la respuesta en una pregunta.

Suspiré, entendiendo bien lo que quería hacer.

Repetición, frío, despedida…

Circulos, estaciones… fracaso…

Un par de horas después, con algo de lágrimas en ellas.

No estaba preparado siquiera para mostrarlo ni a mi hermana. Últimamente estaba actuando muy sobre estar bien, quizá por encima de mis posibilidades reales, sostenía muy bien aquel peso de todos los recuerdos y sentimientos llamados Jihyo, pero al darme la vuelta y olvidar sostener aquello, me cayó encima.

Pasar de decir querer ser un pilar a convertirse en el peso que todo lo quebranta no pareciera ser mucho su estilo…

De todos modos, el que lidiaría con todos esos proyectos y problemas no sería yo. No al menos mi yo de muy corto plazo.

Pasé de la sala, a la cocina, luego a mi habitación, repitiendo varias veces el recorrido, intentando buscar algo para arreglar, algo para engañar a mi mente, pero en aquel momento me percaté de lo útil de mi hermana en cuanto a limpieza.

Miré al estudio, siendo inútil, si me ponía a escribir o hacer algo allí, terminaría peor, no podía usar ese catalizador.

Estaba oficialmente condenado a cargar con ese peso por sabrá la entidad suprema de curso legal existente quiera.

Todo habría sido mucho más fácil si tan solo me hubiera gustado Lily únicamente.

Aureum - Jihyo & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora